Almuerza como en casa, en La Banquetera Morelos

Para que un restaurante triunfe requiere algo más que una buena sazón; precisa de elementos tan básicos y olvidados en muchos lugares, como la amabilidad, tranquilidad, calidez y precios económicos, como “Los Campesinos”, que cumple con todo eso.

Magdalena Falfán, de 25 años, es quien comanda dicho lugar. Hace tres años, cuando fundó el negocio, lo hizo con objetivos claros: ofrecer una alimentación saludable, consumir productos locales y apoyar los bolsillos de sus clientes.

“Aquí la comida que hacemos está pensada para cualquier persona, los alimentos son de la mejor calidad y todo se hace con mucho cariño. El menú es equilibrado, de buena calidad y de temporada”, asegura Magdalena.

Enchiladas, huevos al gusto, chilaquiles, platillos vegano, vegetariano y de carne son algunas de las cosas que se pueden encontrar en “Los Campesinos”, todo con una gran sazón. 

El sabor de cada platillo es único; tal vez se deba a la dedicación de Magdalena.

 “Mi mamá y abuela tenían un restaurante, de ahí algo viene. No hay una receta familiar; algunas cosas, como los condimentos, a lo mejor los modos de preparación”, confiesa contenta.

Además de la comida balanceada, Magdalena ofrece, no tanto como quisiera, una variedad grande de postres: pasteles de chocolate, galletas, panques y rollos rellenos de alguna fruta en almíbar. Toda la repostería es elaborada por ella y aunque eso significa un poco más de trabajo, no importa, pues quiere darles más opciones a sus clientes.

De lunes a sábado de las 09:00 a las 17:00 horas y los domingos de las 09:30 a las 14:00 horas, Magdalena y su equipo de trabajo de 8 personas ofrecen comida a los visitantes del centro de Cuernavaca.

“La verdad, casi no hacemos publicidad, porque no me gusta, el crecimiento ha sido por las recomendaciones de boca en boca”, sostiene.

“Los Campesinos”, revela Magdalena, está cambiando. Debe arreglar el segundo piso que abrió hace medio año, meter nuevos platillos, atraer a otro tipo de público y producir pan casero”, asegura.

¿Dónde?

Calle Comonfort número 3, en el centro de Cuernavaca.