que no haya competencia desleal, dicen
Bares de Cuernavaca exigen seguridad
Dueños piden a las autoridades regular antros para evitar delitos, como homicidios
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Por Justino Miranda
En Cuernavaca
El caso del asesinato del estudiante de Derecho, Alfredo Israel Hernández, en el bar El Attico, en Cuernavaca, el pasado 19 de septiembre, levantó la preocupación de autoridades estatales, municipales y del Congreso de Morelos, para buscar garantías para los visitantes a los bares y centros nocturnos, sin que fueran efectivas o haya una verificación regular de estos establecimientos.
Andrés Remis Martínez, presidente de la Asociación de Discotecas y Centros de Espectáculos (Adice), afirmó que el tema debe ser analizado de forma objetiva porque las armas no se encuentran en los bares establecidos, sino que vienen de afuera: las meten los clientes.
Sostuvo que los socios de Adice acordaron adoptar protocolos de seguridad que incluye la revisión corporal de los hombres y los bolsos de las mujeres, además de contar con personal de seguridad capacitado. Por lo mismo, indicó, ninguno de los asociados tiene registros de un homicidio en el interior de su negocio como sucedió en el Attico, el cual no pertenece a la asociación.
Por su parte, el abogado Enrique Paredes Sotelo, representante legal de los familiares de Alfredo Israel, lamentó el desconocimiento de autoridades porque, la Ley indica que: “Los negocios que venden alcohol deberán contar con paleta o dispositivos de detección de metales o, en su caso, arcos detectores de metales”.
Andrés Remis afirmó que la situación en los bares exige la intervención de las autoridades municipales, estatales y federales, porque hace falta considerar otros factores, como la venta excesiva de alcohol posiblemente adulterado.
Lamentó la falta de voluntad de las autoridades para detener la competencia desleal en la venta de alcohol porque de pronto “Cuernavaca se convirtió en el sitio ideal para consumirlo. Hay familias que abren el garage y operan como bares; otros en avenidas venden “micheladas”.
Un empresario contó: “Cuando el negocio principal no es la venta de alcohol, veremos precios por debajo del costo y eso quiere decir que hay otro negocio como la trata de personas, lavado de dinero y drogas”.
