Libertad y democracia para trabajadores

Martí Batres

OPINIÓN 30/04/2019 09:20 Martí Batres Actualizada 09:20

El Senado de la República aprobó la llamada reforma laboral, una reforma laboral progresiva. A diferencia de la reforma que se aprobó hace seis años, esta es un cambio que fortalece y crea nuevos derechos de los trabajadores.

Particularmente quiero señalar una cuestión, que es la de la democracia y la libertad sindical. En México, se dieron grandes batallas por la democracia y la libertad sindical porque tuvimos, sobre todo de los años 40 a la fecha, un sindicalismo corporativo. Esto del sindicalismo corporativo tenía que ver con tres características:

Por un lado, había un sindicato en cada centro de trabajo, rama industrial, institución empresa. Y si un trabajador renunciaba al sindicato, se le aplicaba la cláusula de exclusión y era despedido de su trabajo por haber renunciado al sindicato. No había libertad sindical.

Por por otra parte, el sindicato como tal era incorporado al partido de Estado que estaba formado por tres sectores (obrero, campesino y popular), y los sindicatos formaban el sector obrero del partido oficial.

Y en tercer lugar, era el gobierno el que ponía a los dirigentes sindicales. Así se acuñó el término de charrismo, cuando el gobierno impuso a dirigentes sindicales del sindicato ferrocarrilero a finales de los 40, y el dirigente impuesto era alguien que se dedicaba a la charrería.

Por eso es que ésta es una reforma histórica, porque se trata de que haya libertad sindical, se trata de que haya democracia sindical. Libertad para que el trabajador escoja a qué sindicato quiere pertenecer; democracia para que elija al líder de su sindicato; libertad para que sindicatos sean autónomos, independientes y no formen parte de partidos.

Ahora los trabajadores podrán elegir a sus dirigentes por voto directo, libre, personal y secreto. Esta es una reforma muy importante.

Por eso considero que es una reforma histórica y quiero, en este artículo, dedicarla, dedicar este esfuerzo, dedicar mi propio artículo a personalidades como Valentín Campa, Demetrio Vallejo, los dirigentes más limpios que ha habido en el movimiento sindical.

De igual manera, a Othón Salazar, a Rafael Galván y a Evangelina Corona, dirigentes sindicales que representan ese sindicalismo libre, democrático, independiente.

Por lo tanto, estamos ante una reforma histórica. La lucha por la democracia sindical costó encarcelamientos y represión; Valentín Campa y Demetrio Vallejo estuvieron en la cárcel más de 12 años; costó represiones, Othón Salazar perdió su plaza de por vida, no pudo regresar a ser maestro; Rafael Galván, fue desplazado de la dirigencia del sindicato electricista, que había obtenido democráticamente; en estas luchas hubo incluso quienes dieron su vida por la libertad y la democracia sindical.

Por eso considero que esta reforma es una parte muy importante.

Dicen que esta reforma forma parte del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, es cierto; también tiene que ver con el convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, también es cierto y, al mismo tiempo, tiene que ver con la reforma constitucional de 2017 en materia de justicia laboral, transparencia de contratos colectivos y elección democrática de dirigentes sindicales. Pero está íntimamente ligada, sobre todo, con la lucha de los trabajadores mexicanos por la independencia sindical, por la democracia sindical, por más salario y por mejores condiciones de vida. Para ellos, esta reforma es un homenaje, para los trabajadores y las trabajadoras de México, para la clase trabajadora de nuestro país.

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