Después de conseguir la clasificación a las semifinales del Ascenso MX, Diego Armando Maradona, técnico de Dorados, echó una carcajada cuando le preguntaron por aquellos que dudaban de su capacidad para dirigir a este equipo sin Mario García en la banca.

Parecía que ya había ganado este torneo y que prepararía la final por el ascenso ante el Atlético San Luis. Pero a este Dorados le falta mucho para conseguir regresar a Primera División, y no solamente en lo futbolístico, sino también en preparar el futuro, sobre todo cuando vemos a un club como el potosino bien estructurado, bien dirigido y con jugadores que pueden aportar en el Máximo Circuito... Y con todo y eso tendrán que meterle mucho dinero para evitar un fracaso inmediato.

Y luego está el destino de Maradona, si piensa quedarse con Dorados (pase lo que pase) o irá a dirigir al Tijuana. Quizá por eso la risa de Maradona. Es un rompecabezas que tiene muchas piezas sueltas, pero que no tardará mucho en definirse.

Inician las semifinales del ascenso y los sinaloenses enfrentarán a unos Mineros que se han convertido en una descripción constante para su gente. Tanto así, que incluso ya piensa esta directiva en cambiarse de sede. El favorito es San Luis, que enfrenta a los Venados, que son el único equipo no certificado entre los que siguen en la pelea y que se ha convertido en la única esperanza del Veracruz para con reglamento en mano, pagar los 120 millones de pesos y seguir en Primera, de lo contrario, tendrán que apelar a los convenios que hicieron los dueños para de igual manera pagar y entonces pensar en que la Liga MX tenga 19 equipos

Probablemente en los planes nunca fue prioridad que Maradona ascendiera a Dorados, aunque ya han ganado en proyección, un par de liguillas, algo de mercadotecnia y otras cosas. El equipo sinaloense, la institución ya ganó... Su afición, tendrá todavía que esperar para saber si regresarán al Máximo Circuito.

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