LLEVABAN MÁS DE 15 AÑOS VIVIENDO EN LA ZONA

Hallan narcolaboratorio en casa de mamá e hija ejecutadas, en la GAM

El doble homicidio fue turnado a la PGR porque encontraron metanfetaminas, en la GAM; sí hay cámaras de seguridad y sensores de movimiento

(Foto: Armando Martínez, El Gráfico)

La roja 11/01/2019 08:50 Redacción Actualizada 08:50
 

Por D. Fuentes y A. Ahedo

El homicidio de dos mujeres perpetrado la noche del martes en la colonia La Providencia, alcaldía Gustavo A. Madero, fue turnado a la PGR debido a que en la casa donde fueron asesinadas se encontró lo que aparentemente es un laboratorio de metanfetaminas.

En un principio la investigación se inició como un presunto robo, pues se dio a conocer que las víctimas eran empresarias, prestamistas y organizaban tandas entre sus vecinos, sin embargo, la presencia de los precursores químicos dio un vuelco al doble homicidio.

“Ese asunto se fue a la PGR porque encontramos metanfetaminas y un laboratorio. Estamos verificando el tema de las niñas porque al parecer se las llevó el papá”, explicó la procuradora Ernestina Godoy.

Las víctimas fueron identificadas como Azucena Patricia, de 51 años y su hija Yesenia Azucena, de 29. El hallazgo lo hizo otra de las hijas de Azucena al acudir al domicilio, pues refirió a las autoridades que durante todo el martes no le contestó ni el celular ni el teléfono de su casa.

La familiar refirió que Azucena Patricia tenía un negocio de refacciones en la calle Artículo 123, en el Centro de la ciudad, y que su hermana tenía otros negocios en Michoacán y que sólo llegó a pasar estos días con su mamá y sus hermanas. 

NO ESCUCHARON NADA. La mujer asesinada era tranquila, llevaba más de 15 años en la zona y su homicidio pasó desapercibido, dijeron sus vecinos.

“No escuchamos nada, sólo hasta ayer que vinieron los peritos y comenzaron a hacer preguntas sobre las mujeres”, dijo.

Los comerciantes y habitantes dijeron que Azucena vendía alitas sobre la calle Constitución de la República los fines de semana y de vez en cuando era apoyada por su hija; sin embargo, desde el doble feminicidio no se ha visto a ninguno de los demás parientes de las víctimas.

Ahora, el domicilio es vigilado por dos policías con armas largas. En la fachada hay un moño negro y ninguna persona atiende a la puerta.

Aunque en un principio se dijo que no había cámaras de seguridad en el domicilio, este medio constató que hay al menos dos que apuntan hacia la puerta y sensores de movimiento que encienden luces al paso de los transeúntes.

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