Colonia Jardines de Morelos
Feminicidas montaron altar macabro con restos de víctimas, en Ecatepec
El asesino tenía un cráneo y dos corazones de las víctimas como ofrenda
(Foto: Archivo El Gráfico)
ECATEPEC.— Vivir en un cuarto de azotea le permitió a Juan Carlos Hernández descuartizar a sus víctimas a su antojo, lejos de la mirada de sus vecinos de Jardines de Morelos Sección Playas.
El Gráfico obtuvo imágenes de la vivienda, en Playa Tijuana, donde Juan Carlos, Patricia y sus tres hijos residieron. “Es una casa con planta baja y primer nivel, ellos ocupaban la azotea, no había mucho acceso ahí, por eso no se daban cuenta y ellos tenían mucha privacidad”, relató un policía.
La vivienda y un pequeño baño tenían las paredes rústicas y con techumbre de lámina, en cuyo frente se ubicaba la zona de lavaderos, un área común.
Sobre un ropero, las autoridades hallaron un altar a la muerte, con frascos que contenían dos corazones de las víctimas.
En la habitación observaron un sillón, ropa y accesorios infantiles. En un refrigerador pequeño, que Juan resguardaba con candado para que sus hijos no lo abrieran, los policías encontraron un torso.
Para deshacerse de los restos la pareja fue cuidadosa al “empaquetarlas”, pues utilizaban hasta tres bolsas negras y por último las envolvían en una bolsa gruesa, principalmente de croquetas para mascotas. Además de la carriola —en la que fue hallado un torso cuando fueron detenidos— la pareja se valía de un diablito para trasladar los restos hacia los predios.