EN NEZAHUALCÓYOTL

Familias de víctimas de feminicidio hacen terapia bordando pañuelos, en Edomex

Realizan esta tarea para visibilizar los casos; los pañuelos se utilizan en movilizaciones

(Foto: Archivo, El Gráfico)

La roja 09/10/2018 12:02 Redacción Actualizada 12:11
 

Por Ignacio Ramírez

Como terapia para deudos de víctimas de feminicidio y para visibilizar sus casos, un grupo de mujeres se reúne frente al Palacio municipal para bordar pañuelos con datos de las fallecidas y difundirlos en movilizaciones y protestas.

“Vivas en la Memoria”, como se conoce a esta iniciativa, es una idea del colectivo de Equidad y Género del Centro Educativo Cultural de Organización Social (CECOS) AC que con actividades autogestivas, principalmente culturales, aporta su granito contra la violencia.

TRES MUNICIPIOS

Desde hace dos años, las integrantes de este grupo comenzaron con el bordado de los casos de feminicidio en Chimalhuacán, Nezahualcóyotl y Ecatepec.

“Conocimos el caso de Irinea Buendía, ella estaba sola y vino al Palacio municipal a platicar su experiencia; fue a partir de que la conocimos, que empezamos a revisar los casos de feminicidio de Nezahualcóyotl”, explica Nayeli Aguilera, integrante del colectivo.

Esta actividad comenzó a tomar formar a partir del caso de “Lupita” mejor conocida como “Calcetitas Rojas”, una niña cuyo cuerpo fue hallado en el camellón del Bordo de Xochiaca en marzo de 2017.

EL TENDEDERO

Trabajadoras, estudiantes y amas de casa se reúnen el primer domingo de cada mes en el camellón de Avenida Chimalhuacán, frente al Palacio municipal, y junto a las tres cruces plantadas por las organizaciones contra el feminicidio.

En ese punto colocan un tendedero para que los peatones conozcan los casos, mientras dan puntadas a las historias de otras víctimas, a la fecha han plasmado 49 de los al menos 160 casos registrados en la primera mitad del año. 

“Les llamamos pañuelos en memoria de las mujeres que han sido asesinadas en los actos de feminicidio en Ciudad Nezahualcóyotl y en Chimalhuacán”, señala Margarita Flores, “y es que quede en la memoria de la gente la vida de estas mujeres que fueron robadas por alguien y que sepan que estas mujeres tenían un rostro, una sonrisa, un sueño, un futuro y que fue arrancado”. 

UNA FORMA DE PROTESTA

Las mantas han sido exhibidas en las diferentes movilizaciones para exigir justicia por los casos de feminicidio en la zona oriente mexiquense, incluso en el Zócalo capitalino. “Los números no nos dicen mucho, pero (todo es diferente) si leemos un bordado, que nos dice cómo se llamaba y nos habla de que (la víctima) tenía una familia y que alguien decidió quitarle la vida”, puntualiza Libertad Montes, otra de las bordadoras.

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