RECUPERAN CADÁVER DE JOVENCITA

Rescatistas agotan esfuerzos tras sismo, en CDMX

Sin tregua continúan labores para sacar a personas de la calle Escocia, en la colonia Del Valle

(Foto: Santiago Arau, El Gráfico)

La roja 26/09/2017 04:57 Jorge Arturo Sánchez Actualizada 10:29
 

Aunque las probabilidades disminuyan, el tiempo pase y la esperanza de vida se agote, la búsqueda de personas atrapadas entre los escombros de los edificios colapsados tras el sismo no ha terminado. 

La mañana de ayer elementos de la Secretaría de la Marina informaron que en la esquina de Gabriel Mancera y Escocia, colonia Del Valle, aún se esperaba sacar al menos 4 personas.

En el transcurso del día hubo muchas movilizaciones y alrededor de las 2:00 de la tarde sacaron el cadáver de una mujer, de aproximadamente 17 años.

“Es Anayeli, la hija del conserje del edificio”, decían algunos, luego de que las autoridades no dieran ningún tipo de información.

BUSCAN A SU AMIGO

En el límite del último cordón de seguridad, a la altura del Eje 5 Eugenia, un grupo de jóvenes mostraban una cartulina con el nombre de una de las personas que todavía podrían estar debajo de la montaña de lozas y escombros.

Se trata de Juan Pablo, un ex alumno del Centro Universitario México (CUM) que vivía en el cuarto piso y que quedó sepultado la tarde del martes pasado.

Juan Pablo tiene 19 años y apenas había terminado su etapa pre universitaria en esa escuela que se encuentra a un par cuadras de la calle Escocia, donde otros dos edificios se vinieron abajo.

Aunque en su último año se había enfocado en el área de ciencias sociales, todavía no se había inscrito a ninguna universidad.

Por eso el día del temblor se encontraba en su casa, en el cuarto piso de un edificio de seis plantas en el que hasta antes del martes todo aquel que pasaba por la zona, podía verlo erguido en la esquina de Gabriel Mancera y la pequeña cuchilla que da entrada a la calle de Escocia.

Ayer por la tarde, decenas de voluntarios, marinos, rescatistas y policías se movían en las inmediaciones de los dos inmuebles colapsados.

AYUDA A TODO LO QUE DA

La comida gratuita no faltó y los servicios médicos, tampoco. Incluso un grupo de hombres y mujeres se ofreció a dar masajes a quien lo pidiera.

La lluvia llegó casi al mismo tiempo que la noche; sin embargo, las labores no fueron interrumpidas.

Una lámpara gigante iluminaba la montaña de escombros en la que aún se esperaba encontrar a Juan Pablo y al menos a otras dos mujeres. 

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