TRAGEDIA

Muere la ilusión en edificio de calle Rébsamen, en la Narvarte

Renata llegó de Nueva York para exigir que rescatarán a su madre, pero oficialmente la declararon fallecida

(Foto: Édgar Córdova | El Gráfico)

La roja 22/09/2017 13:34 Édgar Córdova Actualizada 10:22
 

A Renata la noticia de que su mamá, Laura Ramos Patiño, estaba desaparecida entre los escombros de un edificio la sorprendió en Nueva York, ciudad en la que radica desde hace dos años. 

La última vez que habló con ella fue un día antes del sismo que el pasado martes sacudió la Ciudad de México. 

Tras el terremoto, Renata intentó hablar con ella por teléfono, pero ya no hubo repuesta; sin embargo, familiares y amigos le informaron que el edificio donde vivía su madre, en el cuarto piso del número 241 de Enrique Rébsamen, en la colonia Narvarte, había quedado dañado por el movimiento de 7.1 grados. 

Junto con su esposo, Laura voló de inmediato a la Ciudad de México para intentar encontrarse con su mamá. Sin embargo, lo único que halló fue el edificio donde vivía a punto de caerse y la noticia de que a su mamá no la encontraban. Recorrió hospitales y agencias del Ministerio Público sin hallarla. 

Los últimos movimientos de su mamá, Renata los vio a través de un video. Y es que para confirmar que estaba dentro de su casa, pidió que de entre los escombros se recuperarán los videos de las cámaras de seguridad. Al verlos, se observa cómo Laura participó en el simulacro del 19 de septiembre. Baja desde su departamento y vuelve a subir alrededor de las 11:14 de la mañana y no se le observa más.

Las imágenes de las cámaras de videovigilancia comienzan a grabar el sismo de las 13:14 y se ve salir a varios vecinos. Segundos después, el edificio colapsa, se interrumpe la grabación y nunca aparece Laura.

Lo anterior, sumado a que la escalera del condominio colapsó, hacen suponer a Renata y a las autoridades que la señora Laura quedó atrapada entre el cubo de la escalera del edificio en el que vivía desde hace más de 10 años.

A través de redes sociales, la joven solicitó ayuda para buscarla y denunció que nadie intervenía en la estructura dañada para encontrar sobrevivientes. Tras el reclamo, hasta la calle de Enrique Rébsamen llegaron elementos de la Sedena, la Marina, Policía Federal, Topos Azteca, Seguridad Pública, así como rescatistas israelíes, turcos, alemanes y estadounidenses.

EN VANO. Todos utilizaron las herramientas más sofisticadas para tratar de ubicar a Laura con vida. Una cuadrilla por cada agrupación ingresó al lugar, pero ni mexicanos ni extranjeros pudieron comprobar que alguien vivo estuviera ahí.

Tras horas de trabajo, representantes de las fuerzas federales le anunciaron a Renata que, ante la ausencia de vida en el edificio, ingresarían para remover escombros y demoler a mano el cubo de la escalera en el que nadie había podido ingresar.

Entre lágrimas, la joven agradeció el trabajo de los rescatistas, en espera de que el cuerpo de su madre sea rescatado. Hasta el cierre de esta edición, los trabajos continuaban y Renata aún esperaba por lo menos abrazar sus restos.

Así lucía el condominio de Enrique Rébsamen 241, en la narvarte.

(Foto: Édgar Córdova | El Gráfico)

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