Abogada y esposa de reo ayudó en la fuga

Por David Fuentes

Agustín Miranda Orozco fue el cerebro detrás de la fuga en el Reclusorio Oriente. Desde que regresó de un penal federal en el 2011, su estancia fue de bajo perfil, nunca se metía en problemas, seleccionaba a sus amistades con quienes empezó a extorsionar y secuestrar desde prisión.

Además, debido a su facilidad de palabra se empezó a relacionar sentimentalmente con su abogada, Irma Porras, con quien contrajo matrimonio el 26 de junio del año pasado en el “Diamante”.

Miranda Orozco presuntamente utilizó los recursos económicos de Roberto Sánchez Miranda, "El Fuguitas", mientras que él, con la aparente complicidad y asesoramiento de su esposa, proporcionó todos los detalles para poder planear la fuga, tales como coordinar las audiencias para tener tiempo de acordar “cosas” en los pasillos. También explicarle por dónde escapar, cómo evadir el punto de control a la salida del juzgado y lo más importante, a quiénes pagarles para dejarles el camino casi listo para el día y la hora pactada.

Esta información es parte de un documento interno del Sistema Penitenciario que en base al perfil de cada interno ha permitido averiguar quién pudo organizar todo.

Durante su estancia en el “Diamante”, Agustín conoció por un amigo en común a la abogada Irma Porras. 

Siete meses después se decían enamorados y listos para casarse, acto que celebraron el viernes 26 de junio del año pasado en una boda colectiva que fue atestiguada por autoridades capitalinas y que contó con arreglos florales, bocadillos y música, todo a cargo del Sistema Penitenciario capitalino.

A partir de esa fecha la situación cambió para la pareja. Las vistas conyugales se cumplían religiosamente y los honorarios no eran impedimento para que la abogada intentara con amparos reducir la condena de su marido.

La litigante fue la última persona con la que tuvo contacto, dos días antes del escape.