Pasajero se echa a 4 asaltantes de camiones

Cuatro cuerpos abandonados a la orilla de la carretera alertaron a los usuarios de la autopista México-Toluca. Eran los cadáveres de quienes según la Procuraduría de Justicia del Estado de México se dedicaban al robo de transporte público.

La luz del día que despuntaba dejó en evidencia el crimen ocurrido en el kilómetro 38 de los carriles que corren hacia la Ciudad de México.

Ahí, cerca de la zona de La Marquesa, los cuerpos ensangrentados de cuatro hombres yacían en el acotamiento de la carretera.

Por eso, quienes salían de la curva conocida como “cama de piedra”, encontraban los cadáveres esparcidos a la orilla del pavimento.

El llamado telefónico de los automovilistas fue lo que alertó a policías federales.

Los agentes hallaron los cuerpos sin vida de los cuatro hombres, y entre ellos casquillos de un arma 9mm.

Más tarde, la Procuraduría del estado dijo que los cuatro ejecutados eran asaltantes de un camión de pasajeros. 

El vehículo, dicen, partió a las 5:23 del pueblo de San Mateo Atenco. 

Al llegar a San Pedro Tultepec, cuatro hombres abordaron la unidad para después asaltar a los pasajeros.

Una vez cometido el robo, los supuestos delincuentes intentaron descender del autobús. El arma de uno de los pasajeros les impidió huir.

Tras el homicidio de los cuatro asaltantes, el pasajero armado escapó sin dejar testigos de su huida. 

“El autobús siguió su camino con dirección a la Ciudad de México, y metros adelante del lugar de los hechos, el pasajero que realizó los disparos descendió de la unidad”, detalla el comunicado de la Procuraduría mexiquense, en el que omite informar sobre las pertenecias robadas de los pasajeros y de los casquillos hallados en la carretera.

Ahí sólo se encontró un boleto de camión que fue la evidencia para dar con los supuestos testigos del asalto.

Es la declaración de las víctimas que describe a los hombres muertos, como los responsables de asaltar camiones en la carretera México-Toluca.

Sin embargo, los cadáveres permanecen sin identificar en el anfiteatro.

Tampoco se sabe quién es la persona que supuestamente cobró justicia por su cuenta.