Tiene tres años, llevaba un vestidito de gala y era una de cientos de invitados a la ceremonia de premiación del Policía del Mes. Habría pasado fácilmente desapercibida entre tantos familiares que se dieron cita para festejar, también, a los nuevos graduados de la Universidad de la Policía.

Pero, ¿cómo no verla cuando te hace una seña para decirte algo que es muy importante? “Yo soy hija de un nuevo policía, mi papá Raúl”. Son-riente y orgullosa, a sus tres años sabe que la encomienda de su papá es digna de presumirse.

Sí, ya sabemos que la mala fama acompaña a los uniformados desde hace mucho y a lo mejor mi afirmación, y la de la pequeña Ana, pueden sonar cursis o irreales. Hay historias de corrupción, pero las hay de orgullo y de heroísmo.

Lo mismo pasa con la percepción de seguridad. Los diarios se llenan de información sobre inseguridad y violencia, también las conversaciones. Pero aquí va una nota que contrasta: en el estudio DI SÍ más reciente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, que presentamos este jueves, se observan resultados. 

Ya se advierte una baja significativa de los delitos de homicidio y robo de vehículo, en los cuales la cifra negra es muy baja.

Los datos del reporte, integrado con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, el C5 y el Consejo Ciudadano, señalan que en comparación con diciembre de 2018, los homicidios bajaron en 22%; el robo de vehículo en 15% y el de casa habitación 7%.

En números reales, los homicidios pasaron de 146 en diciembre de 2018 a 114 en abril de 2019; los robos de vehículos disminuyeron de mil 349 a mil 149; mientras que los robos a casa habitación bajaron de 634 a 589 en el periodo previamente referido.

En esos resultados importa la presencia policial, las labores de inteligencia y, por supuesto, el apostar a una estrategia integral de seguridad en la que el combate a la corrupción y fomento de la capacitación son centrales.

Los policías arriesgan frecuentemente la vida para prevenir y proteger. Tienen hijas e hijos, esposa o esposo, madre y padre. El camino de su dignificación profesional, salarial y del trato que les debemos es el camino de un respeto indispensable al sistema de seguridad. 

A ellos, los respetamos tanto como Anita a su papá, que el martes se “estrenó” como parte de las fuerzas policiales de la Ciudad.

TE DOY UN CONSEJO. En la Línea Diversidad Segura ayudamos y orientamos, con psicólogos y asesores jurídicos, los 365 días del año, a las personas de la población LGBTI+ que han sufrido violencia. Todos somos libres de amar, de elegir y de ser. Llama al 5533-5533 manda un whats al (55) 5533-5533