¡Fuera el sostén!

Sexo 12/06/2019 05:18 Helena Danae Actualizada 10:14
 

Hola, mis amores, estoy feliz de escribirles un miércoles más y espero que todos y todas tengan un excelente día. Me he dado cuenta de que la mayoría de mis lectores son hombres y que más allá de sólo leer un texto cachondo también les gusta entender lo que sucede en ciertas actividades de las mujeres, pues les gusta saber qué es lo que siento o vivo. 

Así me han llegado correos en donde me dicen que logran entender un poco más a sus mujeres o consiguen satisfacerlas después de leer la columna y eso me encanta. Lo que quiero es que sea una retroalimentación para ustedes. Así que hoy quiero platicarles la dicha y hermosura que es vivir libre de sostén. 

Los bra hacen que las lolas se vean hermosas y levantadas, antes estaba obsesionada por tenerlas siempre arriba y bien hinchadas, hoy me siento feliz de amarlas tal y como son, de que esa caída que tienen les encante a ustedes y a mí me deje vivir libre, amando mi cuerpo tal y como es. 

No traer bra con varilla es una maravilla, no te sientes incómoda y la espalda lo agradece, pues a veces por tenerlas bien arriba aprietas demasiado y la espalda sufre las consecuencias. 

Pero hay que admitir que son incómodas esas miradas morbosas, estamos en un tiempo donde debemos ver las cosas de manera natural y se está luchando por obtener y hacer entender a la gente, como yo aquí trato de dejar claro que mientras más tabú sea la sexualidad, menos podremos disfrutarla y entenderla. Volviendo a mis lolas, hace ya un tiempo que opto por bralettes, son esos corpiños de encaje que dejan que mis lolas caigan por su peso y tengan libertad de movimiento.

A veces opto por no usar nada, pero sí trato que las blusas que use oculten un poco los pezones, pues con los cambios de clima puedo traer ‘las altas’ y como ya lo dije, es molesto sentir esas miradas pervertidas. Así que trato de disimularlas con ropa estampada y así puedo sentirme libre de varillas y miradas hostigadoras. 

Hace unos días, por ejemplo, fui a Monterrey y viajé libre, con sólo una blusa de tirantes y sin nada abajo, pude disfrutar el aire y además mi acompañante iba todo el camino sintiendo mis lolas tan suaves y esponjosas, manoseándome a cada oportunidad. 

También fue más fácil para mí sorprenderlo, pues en un momento en el que nos paramos para estirar las piernas, me subí al cofre del coche, lo abracé y solo bajé mi blusa para meterle mi teta en la boca, claro que no iba a perder la oportunidad, así que una cosa llevó a la otra, la carretera estaba sola, y así empezamos a besarnos, terminé con el short de lado, mi pecho en el cofre y él detrás mío sosteniéndome por la cadera, ya lo tenía dentro y solo me dediqué a disfrutarlo, cada movimiento y cada embestida, el olor a hierba me encantaba y me hacía sentir tranquila. 

Mis lolas se movían y yo las apachurraba, podía sentir como las gotas de mi flujo escurrían por las piernas, después de todo el camino estarme tocando era inevitable que estuviera tan excitada.

Estas son algunas de las ventajas de ser libre y usar lo que quieras y como quieras. Espero entiendan si sus chicas también dicen no más al bra, así también lograrán admirarlas mejor cuando usen esa lencería para una noche especial. Escríbanme a [email protected].

¡Los adoro!

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