El sismo del 19 de septiembre de 2018 todavía tiene réplicas en la mente de incontables personas que lo vivieron o sufrieron sus efectos de una u otra manera. El Síndrome del Superviviente sacude aún los pensamientos de algunos, que no logran dejar atrás la catástrofe.
La Sociedad Psicoanalitica de México (SPM) explica que el fenómeno tiene síntomas psicológicos y físicos, que pueden darse en gente de cualquier edad y crean situaciones traumáticas en quien vivió con mucho estrés y angustia situaciones trágicas.
Sus orígenes pueden estar en guerras, catástrofes naturales (incendios, terremotos, diluvios), muertes, agresiones sexuales o incluso despidos en el trabajo.
Un paso a la vez. La psicológa Paola Saenz integrante del SPM habla de algunas señales para identificarlo:
• Sentimientos de culpa y necesidad de castigo por no haber podido ayudar lo suficiente, como si se hubiera traicionado a aquellos que no sobrevivieron: “¿por qué yo? ¿por qué estoy vivo si muchos murieron?
• Exceso o una pérdida de apetito.
• Re experimentar el evento en sueños o recuerdos persistentes.
• Dificultad para concentrarse y para continuar las actividades cotidianas en la escuela, hogar o el trabajo.
• Ansiedad crónica, fatiga, inestabilidad emocional, aislamiento social, irritabilidad, tristeza y desesperanza.
• Dificultad para disfrutar cosas que antes provocaban placer.
Salida de emergencia.
Las personas con este tipo de afectaciones, indica el SPM deben buscar ayuda psicológica, de lo contrario los síntomas pueden persistir y transformarse en serios problemas de salud.
“Date la oportunidad de sentirte triste, comparte tus sentimientos, fantasías, preocupaciones, no tienes porque sufrirlas en soledad, busca compañía”, dice la especialista.
Es fundamental encontrar familiares, amistades o grupos de apoyo.
