En tiempos pasados, las escuelas tenían una clase muy especial, no tenía calificación, pero rendía buenas cuentas. Los abuelos y algunos padres recuerdan todavía los timbres del Ahorro Nacional y las cooperativas escolares.
Los estudiantes de primarias y secundarias podían comprar timbres o al adquirir dulces y bebidas de la cooperativa y al final del año recibían una parte de las ganancias. Aprendían que el ahorro tiene mucho valor.
Bancos, aseguradoras, afores, instituciones y el gobierno fomentan la cultura financiera desde la escuela primaria y han considerado la posibilidad de integrarla como una asignatura más.
Según encuestas de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro: 50% de los profesionistas reconoce que nunca le enseñaron a administrar el dinero y que le hubiera gustado aprenderlo desde niño.
Guillermo Seañez, director Comercial de Old Mutual, dice que es muy común que profesionistas ajenos a administración, contabilidad o finanzas, no tengan la menor idea de cómo administrar su dinero.