Antes de que amanezca en Japón, Tsukiji cobra vida cuando se subastan y comercian unas tres mil toneladas de pescado. Es el mercado más grande de productos marinos del mundo.
Es un gigante en una de las urbes más modernas y pobladas del mundo, donde imperan la limpieza y el orden. Los pescadores ofrecen a mayoristas atunes, pulpos, camarones, peces globo y otras especies.
Los hábiles pescaderos seleccionan y cortan a la perfección lo mejor para las mesas japonesas.
En el siglo XVI Tokugawa Ieyasu convirtió a Edo en la capital japonesa y llevó pescadores desde Osaka para que suministraran pescado al Castillo de Edo. Los excedentes se remataban, así nació el Tsukiji.
Atunes de todo tamaño
La subasta de atunes es de lo más atractivo en Tsukiji, con puntualidad japonesa de 5:00 a 6:15 de la mañana se rematan toneladas de atunes frescos.
La visita a este mercado maravilloso exige madrugar y vestirse con zapatos cómodos y ropa abrigadora.
Los productos marinos se surten a los más famosos y exóticos restaurantes de Japón, a los que acuden exigentes comensales.
El atún, cuyo sabor y propiedades lo convierten en bocado excepcional, es clave en platos típicos japoneses como el sashimi (pescado crudo cortado en filetes muy finos).
Dicen los expertos del mercado de Tsukiji que el secreto de un buen sashimi está en el corte:
Para cada tipo de pescado se debe hacer un corte específico. Para el atún y salmón se usa la técnica del Hira-Zukuri o corte transversal.
