Uno de cada dos mexicanos padece sensibilidad dental, pero no todo mundo le da la importancia que merece, pues hay quien dice que hay que acostumbrarse a todo, inclusive al dolor. Algo en lo que suele no pensarse de inmediato es que vivir con dolencias constantes cobra de muchas formas, ya que el dolor impide disfrutar al cien por ciento en la vida.
Los odontólogos cuentan que estas molestias hacen que la gente deje de disfrutar al máximo cosas como dar un paseo al aire libre y hasta saborear los platillos favoritos.
Ese dolor repentino. Alertan sobre que las sensibilidad dental es un ejemplo claro de este problema, impide degustar al máximo los sabores, temperaturas y texturas de nuestros alimentos y bebidas.
¿Qué es y por qué es tan importante atenderla? El dentista Gustavo Grajeda, GSK Consumer Healthcare, lo explica así:
“La hipersensibilidad de la dentina o sensibilidad dental es un problema frecuente, que puede desarrollarse cuando la dentina, la parte interna del diente, queda expuesta, esto puede generarse con el tiempo o como resultado de la recesión de encías o el desgaste del esmalte”.
Lo que sigue es peor. Las consecuencias de vivir con sensibilidad dental son diversas, “van desde experimentar molestias al comer o beber alimentos y bebidas frías o calientes, hasta sentir dolor al respirar aire frío o al cepillarse los dientes”.
La pasta Sensodyne, recomendada para la sensibilidad dental, es una forma de vivir sin dolor en los dientes.
Amenazas latentes. Uno de los riesgos de padecer la sensibilidad dental tiene que ver con comida y como la mexicana se caracteriza por ingredientes ácidos, el peligro es real.
Elementos como chile, salsa de tomate, mayonesa, limón, además de que los procesos de preparación de la comida pueden variar de temperaturas y afectar los dientes.
