Mal prevenible

28/01/2015 05:00 Silvia Ojanguren Actualizada 04:13
 
El realizarse la prueba de la hepatitis C es una buena acción de salud personal e incluso familiar, ya que pueden hacérsela las personas que piensen procrear y descubrir si el mal está en su sangre y si es así, tomar medidas de planificación familiar para tratarse antes del embarazo. 
 
La prueba, en caso de que la madre tenga el virus, tiene el fin de preservar la calidad de vida del bebé.  “Una prueba para detectar anticuerpos contra el virus de la hepatitis C (VHC) puede significar la diferencia para los bebés desde antes de su concepción, con una planificación adecuada, para protegerlos, ofrecer tratamiento a las mamás y evitar hasta la más mínima posibilidad de transmisión del virus durante el nacimiento”, asegura la doctora Margarita Dehesa, integrante de  la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, (FundHepa).
 
“Si bien hasta el momento no existen estimaciones precisas, se considera que 3 a 4 de cada 100 madres infectadas pueden transmitir la infección y existen factores que pueden incrementar la cifra, como por ejemplo, la inmunodeficiencia”.
 
Más aún, la doctora María Teresa Rizo Robles, presidenta de la Asociación Mexicana de Hepatología, dice que es de importancia hablar sobre hepatitis C durante la planificación familiar y realizarse la prueba si existen factores de riesgo para un diagnóstico oportuno”. 
 
Alerta que “la mayor parte de los pacientes con hepatitis C no reciben un tratamiento debido a la falta de diagnóstico, lo cual puede llevar a estados más graves de la enfermedad como consecuencia o, incluso, la muerte por sus complicaciones, tales como el cáncer de hígado o la cirrosis”. 
 
Con la guardia en alto. Los tratamientos tienen contraindicaciones durante el embarazo; por ello, quienes tienen factores de riesgo, como antecedente de transfusión de sangre antes de 1995, tatuajes, ‘piercings’ y acupuntura realizados con instrumentos no esterilizados adecuadamente, que conllevan el riesgo de adquirir la infección, “la prueba resulta vital para proteger a los hijos a futuro”, dice la doctora Rizo.
 
Durante los primeros 6 a 12 meses después de la infección, señala, entre 15% y 25% de los pacientes eliminarán el virus sin tratamiento, en la fase conocida como hepatitis C aguda y en el caso que una madre transmita el virus a su hijo, este contagio no significa siempre evolución.
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