El suicidio es una tragedia y cualquier intento puede tener repercusiones en la salud y una persona que ha pensado en matarse y no ha sido tratada, probablemente lo repita de manera más letal, indican expertos de Voz Pro Salud Mentales.
De acuerdo con la OMS, el 25% de los intentos de suicidio son reincidentes y 10% se logran en un plazo de 10 años.
Factores de riesgo. Alrededor de quienes están en riesgo, la gente debe tener cuidado con señales como autolesionarse, aislarse, tener poco apoyo por parte de amigos, familiares y pareja. Un suicida, indican, puede ser soltero, viudo o divorciado, así como víctima de violencia, situaciones estresantes, abuso sexual, desempleo, dificultades económicas, enfermedad crónica, antecedentes de suicidio en la familia.
No hay una edad determinada, pero son las más propensas al suicidio las personas de 15 a 24 años. Pero gente de otras edades atenta contra su vida, incluso entre niños y ancianos.
Padecer una enfermedad mental es factor de riesgo, del 75% al 90% de los suicidios son cometidos por personas con males psiquiátricos, en especial depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de la personalidad, ansiedad o abuso de sustancias, mayormente alcohol.
En los últimos 12 meses se han incrementado las enfermedades mentales en México, lo que significa que una de cada cuatro familias tiene un ser querido con una enfermedad psiquiátrica. Y el 26% de la población en México presenta un trastorno neuropsiquiátrico alguna vez en la vida, señaló Gabriela Cámara, presidente de Voz Pro Salud Mental.
Mal de la mente. El riesgo de suicidio en personas con enfermedades mentales es mayor en los primeros años del inicio de su sintomatología. Tener niveles bajos de serotonina se asocia con conductas suicidas, explica la especialista.
El género puede ser un factor: la ideación suicida e intentos de suicidio son más comunes en mujeres, pero el número de suicidios consumados es mayor en hombres.
Voz Pro Salud Mental dice que por cada mujer que se suicida, cuatro hombres lo hacen. Muchos investigadores afirman que esto se debe a que los métodos empleados por los hombres son más letales, como el uso de objetos punzocortantes y armas de fuego, mientras que las mujeres utilizan métodos menos certeros, como la intoxicación por pastillas o sobredosis de medicamentos.
El apoyo familiar, relaciones sociales sanas, autoestima, una visión a futuro y no consumir drogas o alcohol, son clave para alejar este fantasma del mal.
Es posible evitar que una persona se suicide si se le da el tratamiento adecuado. Hablar de ello e incitarla a expresar sus emociones puede servir para reducir sus intenciones, aunque siempre lo recomendable es acudir a un profesional.
