El consumo regular de yogurt se convierte en el largo plazo en menor aumento de peso y mejor Índice de Masa Corporal, indica el profesor Dariush Mozaffarian de la Escuela TUFTS Friedman de Nutrición Ciencia y Política de Estados Unidos.
Hay estudios realizados en Estados Unidos sobre la dieta y estilo de vida y su importancia en relación con el desarrollo de comorbilidades asociadas a la obesidad que hablan del buen efecto del yogurt.
Bajo la lupa. Este efecto se atribuye a los probióticos que contiene y que pueden mejorar la salud intestinal y reducir la inflamación crónica, mejorando la respuesta inmune innata y adaptativa, la función de barrera intestinal, los perfiles lipídicos y regulación del apetito.
Un primer estudio entre 6 mil 500 individuos durante 17 años demuestra que quienes consumían más de tres raciones de yogurt a la semana mostraron 50% menos aumento de peso.
Uno más dejó ver que las personas que consumieron en promedio un yogurt al día tenían menos probabilidad de sobrepeso u obesidad, reduciendo el riesgo en más del 10%.
Datos para bien. En algunas publicaciones se ha encontrado una asociación entre el mayor consumo de yogurt y una reducción del riesgo de desarrollar DT2 en las personas que consumen hasta 120 gramos al día.
En un estudio de la Universidad de Cambridge se demostró que las personas que consumen 4.5 porciones de yogurt a la semana redujeron en un 28% el riesgo de desarrollar DT2.
Los detalles se dieron a conocer en el Simposium Iniciativa para una Dieta Correcta: Lácteos, Alimentos Fermentados y su interacción con la Microbiota Intestinal, por el Instituto Danone de México.
Científicos y especialistas de salud presentaron los avances sobre lácteos y microbiota intestinal en la salud. Así como los hallazgos sobre los beneficios de consumir yogurt diariamente.
Cambio de estilo. Los expertos dijeron que se habla mucho de la importancia de mantener un estilo de vida saludable, lo cual tiene que ver con mantener una alimentación correcta balanceada de acuerdo a la actividad física y edad de cada persona.
Esto ya no solo es una cuestión estética, es una necesidad, ya que el acelerado ritmo de vida, acompañado del sedentarismo, contribuye a que México se encuentre en los primeros lugares de obesidad, sobrepeso y enfermedades asociadas.
Instituciones científicas y la comunidad médica investigan los factores de riesgo que contribuyen a desarrollar obesidad y sus comorbilidades, uno de los factores clave es la alimentación, la cual juega un papel muy importante en la salud de las personas, otra podría ser la falta de ejercicio.
