Duerme bien a cualquier hora

Vida 16/06/2017 05:00 Silvia Ojanguren Actualizada 05:07
 

Los seres humanos están naturalmente programados para estar despiertos durante el día y dormidos en la noche. Pero hay algunas medidas que suelen ayudar al cuerpo a ajustarse y conseguir pegar pestaña el tiempo necesario en otro horario.

 

Tiempos de sueño. Especialistas de Mayo Clinic dicen que el cuerpo tiene un ritmo interno de sueño y vigilia que en la mayoría de las personas, por lo general, cubre un ciclo de 24 horas.

Debido a ese reloj interno, uno tiene sueño a ciertas horas del día y está más alerta a otras, lo que más influye sobre este ritmo es la exposición a la luz externa.

Los turnos laborales suelen producir problemas con el sueño porque crean disparidad entre el ciclo biológico de sueño-vigilia y el horario de trabajo, lo que significa que cuando vas a trabajar, tu ritmo interno desea dormir, mientras que cuando terminas tu trabajo y deseas dormir, tu cuerpo piensa que es momento de estar despierto.

 

Dulces sueños. El ambiente propicio para conciliar el sueño debe ser tranquilo, si otros familiares están en casa mientras estés durmiendo, pídeles que respeten tu necesidad de dormir. Desconecta los teléfonos y otros dispositivos electrónicos para que no perturbe tu sueño.

Cuando uno no duerme suficiente, la salud puede sufrir. Es probable que sepas que la falta de sueño puede conducir al cansancio, irritabilidad y dificultad para concentrarse.

 

Tips para dormir:

 Acuéstate y levántate todos los días a la misma hora, incluso cuando no trabajes, porque eso permite al cuerpo adaptarse al horario. Cambiar el horario de sueño en los días en que no trabajas hace mucho más difícil para el cuerpo ajustarse.

 Rodéate de mucha luz brillante y si sueles consumir bebidas con cafeína, hazlo al principio del turno. Si trabajas de noche y durante el viaje de regreso a casa empezara a amanecer, usa gafas de sol y ve directo a la cama en cuanto llegues, porque si lo pospones, te será más difícil conciliar el sueño.

  Adecúa tu habitación para que propicie el sueño: cubre las ventanas con persiana o cortinas oscuras a fin de obstruir el paso de todo tipo de luz externa y claridad. Puede ayudarte usar una máscara para dormir en los ojos.

 

 

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