Nada hay más aterrador entre los adolescentes que imaginar su rostro con granos, espinillas, puntos negros, acné, que es una de las diez enfermedades de la piel más comunes en el mundo.
Es cierto que a los jóvenes les preocupa mucho más, pero son millones las personas de todas las edades que lo sufren.
Mala imagen. El dermatólogo José Ángel Martínez Muñoz comenta que no se conoce con exactitud la causa de la enfermedad, aunque por lo regular se trata de cambios hormonales; esto ocurre, sobre todo, durante la adolescencia, pero también se observa en el embarazo, la menstruación y la menopausia. Otros factores que influyen en el desarrollo del acné son los genéticos, el estrés y la sudoración excesiva, dice.
Expertos en dermatología nos explican que a pesar de las cicatrices que deja, tanto en la superficie de la piel como debajo de ésta, el acné no ha recibido la atención que merece.
Científicos de Pond’s Institute han averiguado situaciones como que el acné está apareciendo en niños pequeños de siete años y en adultos de hasta 80 años de edad.
“El acné ya no es sólo una condición de los adolescentes, éste puede continuar hasta la vida adulta y la ciencia ha detectado que la lista de los agentes que lo provocan es larga y va en aumento”, señalan.
La piel, alertan, está siendo agredida como nunca antes por gérmenes, contaminación, rayos UV y el aire acondicionado, que causan fuertes estragos en nuestra piel.
Las pantallas de celulares pueden ser puente de bacterias del acné al rostro, y una realidad es que hoy la gente come más carne, lácteos y carbohidratos, trabaja largas horas, duerme menos y vive con más estrés y todo se refleja en la cara y el cuerpo.
Buena cara. Mejorar el tratamiento es algo necesario, pero el Pond’s Institute dice que un vistazo rápido a los estantes de las farmacias y anaqueles de belleza en supermercados y tiendas de conveniencia demuestran que no es así.
La mayoría de los productos antiacné de venta libre contienen peróxido de benzoilo, desarrollado hace décadas (1905), ácido salicílico.
El nuevo tratamiento Pond’s Acne Solution es la primera solución en el mundo con la innovadora tecnología Lock+Cleardel, clínicamente probada para una reducción visible del acné en tres días.
