Enredados

04/02/2015 04:30 Silvia Ojanguren Actualizada 04:49
 
Un desmedido uso de internet y  vivir pendiente todo el tiempo de las redes sociales ha creado en mucha gente “una fuerte dependencia psicológica”, advierte Aldo Suárez, miembro de la Asociación Voz Pro Salud Mental, dedicada a luchar por el derecho de las personas con enfermedad mental.
 
El asunto es que al estar conectados para compartir nuestras mejores experiencias o estar pendientes de las de los demás genera un estado de ansiedad conocido como FOMO (fear of missing out), que en español significa miedo a perderse algo.
 
Esclavitud virtual. El experto en asuntos de la mente nos dice que la ansiedad es una emoción normal en los seres humanos y se puede dar en momentos en que el organismo detecta una situación de peligro.
 
Pero, explica, se considera un asunto de carácter patológico cuando surge en forma irracional, por un estímulo ausente, con intensidad excesiva y duración injustificadamente prolongada, generando un grado evidente de disfuncionalidad en la persona.
 
Las personas que padecen estos trastornos frecuentemente tardan mucho en buscar atención o recibir ayuda adecuada, lo que provoca que se convierta en crónica y predispone a la discapacidad.
 
El riesgo digital. Sobre el FOMO, el doctor Suárez menciona que “cuando un individuo se entera a través de las redes sociales que su círculo social se encuentra en alguna actividad que no lo involucró, la ansiedad afecta sus procesos mentales, interfiere con su capacidad de análisis y deteriora evidentemente su funcionalidad”. 
 
Lo anterior se manifiesta con sensaciones como aumento de tensión muscular, mareos, sudoración y palpitaciones, así como  nerviosismo, preocupación excesiva, intranquilidad, miedos irracionales e ideas catastróficas”.
 
El riesgo de caer en la tentación y la ansiedad puede tener otras razones, como historia familiar, eventos de vida estresantes o traumáticos, depresión o abuso de alcohol y otras drogas.
 
El doctor Suárez alerta sobre las complicaciones que pueden darse por no atenderla oportunamente: pérdida de calidad de vida, deterioro de productividad, necesidad de internamiento hospitalario, cuadros depresivos y suicidio.
 
Ayuda vital. El especialista comentó que ante la sospecha de padecer, o que alguien cercano padezca de algún trastorno de ansiedad, es crucial acudir con un profesional en salud mental para contar con un tratamiento farmacológico de alta potencia y rápida acción.
 
La asociación Voz  Pro de la Salud Mental tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los afectados a través de la educación, la participación activa y el apoyo.
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