Uno de los cánceres que atormentan al mundo es el de páncreas y la gente debe conocer que sus principales síntomas son ictericia (coloración amarillenta de la piel y mucosas debida a un aumento de la bilirrubina), dolor y pérdida de peso.
Este mal es más común en los viejos que en los jóvenes, la edad media del diagnóstico es 71 años. Los hombres son más propensos que las mujeres.
Algo delicado es que el cáncer de páncreas es difícil de diagnosticar en fases tempranas, pero se puede controlar si se detecta antes de su diseminación, que es cuando se puede extirpar completamente.
Peligro verdadero.
José Athié Rubio, cirujano oncólogo de Médica Sur explica que “el cáncer de páncreas es una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del páncreas”.
En muchos pacientes, advierte, se detecta en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando los tejidos no son operables y “con muy pocas alternativas de tratamiento”.
El experto médico dice que “si el cáncer se diseminó, la terapia paliativa puede mejorar la calidad de vida del paciente al controlar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad”.
Luz al final de túnel. Caio Max S. Rocha, director Asociado del Centro de Cáncer de Carolina del Sur, cuenta que hay un fármaco que cambia la escena: Abraxus, un medicamento que cubrirá “una necesidad no satisfecha en el mundo de la oncología y en particular en cáncer de páncreas en etapas avanzadas”. Explica que se trata de una suspensión inyectable, una terapia que ofrece una mejora en la supervivencia global y es un nuevo estándar en el tratamiento del cáncer de páncreas metastásico, utilizado en combinación con gemcitabina como el primer medicamento para el cáncer de páncreas avanzado.
Datos clínicos. De acuerdo con Rocha hay resultados alentadores obtenidos por este medicamento en un estudio clínico que benefició a 861 pacientes de diversas nacionalidades. El estudio publicado en The New England Journal of Medicine, se realizó en 11 países y 151 centros e incluyó a 861 pacientes, el uso de este fármaco mostró “un aumento significativo de la supervivencia global, de la sobrevida libre de progresión y tasas de respuesta, duplicando el número de pacientes vivos a 2 y 3 años y presentando un perfil de toxicidad manejable”.
En México se cuenta con el Instituto Nacional de Cancerología y en Opción Oncología de Monterrey, entre otros.
