Los edulcorantes son parte de la vida de millones de personas que buscan endulzar sus bebidas y postres con productos no calóricos, que han sido sometidos a pruebas de seguridad, pero todavía hay quienes no los toman con confianza.
Los endulzantes han sido aprobados por importantes dependencias de salud en todo el mundo, incluso de México, y funcionan cuando se consumen como parte de un plan de alimentación balanceada con el fin de controlar el peso y la diabetes.
Pruebas en serio. Uno de los factores tomados en cuenta para demostrar la seguridad de los edulcorantes comerciales es la forma en que estos reaccionan en el organismo, su absorción, metabolismo y eliminación.
Expertos en salud, toxicología y nutrición publicaron en la revista científica Nutrition Reviews de la Universidad de Oxford una investigación sobre el impacto biológico de los sustitutos del azúcar que se utilizan comúnmente.
El estudio fue diseñado para ayudar a esclarecer las dudas que todavía existen sobre la seguridad de los edulcorantes, tanto bajos en calorías como no calóricos.
Pruebas de fondo. Los especialistas concluyeron que los cinco edulcorantes pueden dividirse en dos grupos, por la manera en que son metabolizados:
Sacarina, acesulfame y sucralosa, que prácticamente no son metabolizados.
La sucralosa casi no es absorbida por el cuerpo, mientras que el acesulfame y la sacarina, aunque sí son absorbidos, se eliminan en la orina a las pocas horas. Aspartame y stevia son digeridos en el tracto intestinal.
En el caso del aspartame, sus componentes son los mismos que pueden encontrarse en frutas, vegetales y alimentos proteínicos, de forma que no implican ningún riesgo para la salud.
El componente de la stevia, que es absorbido por el organismo, es un metabolito similar a los de los medicamentos y, al igual que estos, es procesado en el hígado y posteriormente eliminado del cuerpo.
En todos los casos, la eliminación de los edulcorantes no calóricos es rápida, sin que ninguno de ellos permanezca o se acumule en el organismo. Por esa misma razón, afirman los investigadores, prácticamente cualquier persona puede utilizarlos con plena seguridad.
Expertos reiteran la importancia de informarse sobre el impacto biológico de los edulcorantes sobre el organismo para saber que son seguros.
