El 17 de agosto de 1896 se registró el primer accidente de la historia, en el que una persona fue atropellada por un coche.
En aquella ocasión, una mujer fue impactada en las calles Londres por un vehículo que circulaba a 16 kilómetros por hora.
Esa velocidad nos provocaría risa hoy en día, pero en esa época un automotor no frenaba como los de ahora y la mujer murió una semana después en un hospital.
Han pasado 118 años y los coches mejoraron su respuesta de frenado, pero también aumentaron su potencia, por lo que las muertes se han incrementado.
Tan sólo el año pasado alrededor de 16 mil 500 personas perdieron la vida por accidentes viales en México, según datos de la OMS, nada mal para un país en donde el coche se usa hasta para ir a las tortillas.
Los percances son causados por varios factores como la falta de infraestructura y los errores humanos.
Lo bueno es que para el año 2020, se prevé que existan coches de conducción automática.
Esto implicaría que los vehículos tendrían un software destinado a su manejo.
Con ello podrían reducirse las muertes, los accidentes y los gastos generados por pólizas de seguro y atención médica.
El avance de la tecnología sólo dejaría en el aire la duda de quién sería el responsable ante un percance de vehículos automatizados. ¿Sería el fabricante de la unidad, el softwareque la maneja o ambos?
