Mensajes erróneos

12/03/2014 03:00 Mario Mejía Actualizada 02:07
 
Como viandantes estamos expuestos a incentivos visuales que no podemos dejar pasar por alto, y esto lo saben bien los publicistas.
 
La publicidad urbana es dirigida a madres solteras, amas de casa, jóvenes y niños con anuncios expuestos en andenes y postes con diferentes mensajes persuasivos para incentivar la acción de quien mira, a favor de una marca o producto, pero hay límites.
 
En la línea 2 del Metro, y dentro de sus vagones, se mira sobre nuestras cabezas  publicidad  que invita al Museo Interactivo de Economía, mejor conocido como Mide, en la que se aprecia un niño rodeado de dinero en su recámara.
 
Si hubieran retratado al pequeño paseándose por el museo, creo que mostrarían algo más didáctico, pero en este caso,  lo captaron en un lugar tan íntimo como su recámara dando otro contexto a lo que el papel moneda representa.
 
Esto me remitió de inmediato a esas escenas de películas de narcotraficantes o a los mafiosos que aparecen con grandes pilas de dinero, mientras dan órdenes o se cuidan las espaldas.
 
En el caso del anuncio, el niño se ve feliz rodeado de billetes en su cama, su círculo íntimo, tomando un fajo en vez de disfrutar con un juguete o un libro.
 
Educar a los peques en el manejo y conocimiento del efectivo es tan comparable como enseñarles a usar sus genitales que, como el dinero, también usarán en un futuro. Ante esto, vale la pena preguntarse : ¿Si los niños no
producen dinero, por qué enseñarles a usarlo?
 
Por ello, insisto, lo más lamentable, es que la imagen oficial que usa el museo para seducir a un niño sea precisamente con otro niño rodeándolo de dinero  al estilo de los narcos o estafadores.
 
Por lo pronto, recomiendo taparle los ojos a sus hijos cuando caminen y se topen con esta publicidad igual como lo hacen con una escena de sexo explícito.
 
Google News - Elgrafico
Temas Relacionados
Viandante

Comentarios