Una de las ideas más equivocadas que tiene la gente sobre las personas con discapacidad es que no tienen deseo sexual, pero la realidad es que tienen las mismas necesidades que cualquier otra persona. En particular, las mujeres con discapacidad se enfrentan a que sus necesidades sexuales son poco consideradas en cuanto a juguetes sexuales se refiere.
Pese a que de acuerdo al tipo de discapacidad que la persona padezca es el tipo de ayuda sexual que necesita, y que la extensa gama de vibradores puede adaptarse a diversos requerimientos y por ende a personas con discapacidad, no existen juguetes hechos expresamente para satisfacer a esta población.
Sin embargo, Tantus, una compañía con 18 años de antigüedad y conocida por sus consoladores de silicona de alta calidad, lanzó una campaña para crear Rumble, un dispositivo descrito como "un vibrador para darle placer a todos" ya que es súper liviano y ergonómico, por lo que es fácil sostenerlo sin poner demasiada tensión en la mano, por su peso es balanceado, es posible estabilizarlo incluso si el usuario no puede tomarlo con toda la mano, "él toma tu mano" dice Metis Black, fundadora de la compañía, en lugar de requerir que la mano haga el trabajo.
Con una visión donde se asume que la sexualidad es un derecho humano, la empresa creó un producto que utilizable para el placer sin tomar en cuenta las habilidades físicas y esa es la parte central de la misión de Tantus y de la campaña de lanzamiento de Rumble que dice: "Ser menos apto no disminuye tus necesidades o deseos sexuales".
Por supuesto que esto no significa que este aparato (o realmente cualquier aparato) pueda a ser accesible para absolutamente todas las personas con discapacidad, ya que hay padecimientos donde las altas vibraciones o las muy intensas pueden herir a las personas. Por ejemplo quienes padecen el síndrome de Ehlers-Danlos si utilizan un Magic Wand, vibrador en forma de varita mágica, el solo acto de sostenerlo puede causar que sus articulaciones y su mano se salgan de lugar. Y pese a que las partes del aparato se pueden remover, lo que es bueno en el sentido sanitario, puede ser un problema para las personas con artritis u otras discapacidades que limitan el rango de movimiento en las manos.
La mayor accesibilidad de un producto para el sexo en la discapacidad radica en sus detalles de diseño, por eso como el Ramble, los juguetes sexuales debe estar diseñados para que la gente disfrute.
