Y no es en vano que los diseñadores de imagen sepan que esto es verdad. Así, el secreto está en el poder del capital erótico, un valor que determina el modo en que trabajamos, interactuamos, triunfamos o dirigimos nuestras relaciones personales y que, dice, es tan fundamental en el desarrollo de nuestras vidas como nuestra inteligencia, educación y riqueza. Compra El Gráfico y conoce más sobre este tema en tu edición impresa de hoy.