No es que no se quieran comprometer, es que no pueden. Existe una patología, en la que las personas tienen un verdadero miedo al compromiso y se llama filofobia.
No se trata de un simple aspecto de no querer hacerlo por falta de voluntad, sino de una incapacidad de la persona para afrontar la responsabilidad que la vida en común conlleva y es que detrás del miedo al compromiso, también se esconde el miedo al fracaso.
Por eso, estas personas necesitan trabajar mucho este punto, pues hay que tener en cuenta que cuando se tiene miedo a una situación que aporta felicidad, se trata de un miedo un tanto irracional y eliminarlo es la clave para lograr una vida conforme a nuestros deseos.
Parte del miedo es porque se temen los momentos de dificultad y no se está seguro de saber superar los problemas en común, es decir, hay duda sobre la capacidad que tendrá de ser la persona que la otra persona espera, así como inseguridad de saber compartir los problemas con la pareja para salir adelante juntos.
Por supuesto, para superar el miedo al compromiso hay una serie de recomendaciones basadas en ir a terapia. Y es que aunque no lo parezca, uno de los principales motivos del miedo al compromiso es la falta de confianza en nosotros mismos, por lo que hay que trabajar sobre nuestra autoestima, trabajar la confianza enfocada hacia la seguridad en lograr todo aquello que queremos.
Por eso es importante evitar pensamientos negativos, puesto que lo único que se logra con ellos es alimentar los miedos y no conseguir vencer las fobias, sino magnificarlas. Para superar esta filofobia debemos superar nuestros miedos afrontándolos.
Aunque muchas personas hayan pasado gran parte de su vida soñando con la pareja perfecta y hasta con la boda perfecta, lo cierto es que son muchas quienes tienen miedo al compromiso y más aún al matrimonio, lo que provoca que huyan literalmente de todo lo que contenga dichas palabras en una relación amorosa. Aquí van algunas claves para lograr superar este miedo al matrimonio y dejar de huir.
Lo primero que tenemos que hacer es averiguar de dónde viene nuestro miedo. Descubrir a qué le tenemos miedo exactamente, ya que por lo general se suele tener miedo a algunas de las cosas que implican el matrimonio, más que al matrimonio en sí mismo.
Debemos tener claro que las cosas pueden ser como queremos que sean si sabemos hacer las cosas del modo correcto.
Otra cosa es elaborar una lista con todos nuestros miedos. Por ejemplo, si lo que preocupa es que el matrimonio no funcione sólo por el mero hecho de conocer personas a las que no les ha funcionado, debemos saber que no todas las relaciones son iguales, y por tanto, nuestro matrimonio no tiene que ser un fracaso.
Para superar esta parte, se puede hablar con parejas casadas que cuenten sus propios trucos para continuar unidas.
También funciona hacer una lista con las cosas buenas de estar en un compromiso o matrimonio con la pareja elegida y poner todo lo que nos enamora de ella.
Las cosas que gustan hacer juntos, las que tienen en común etc. De esta forma, se ve si las cosas buenas superan las negativas, lo que da fuerza y seguridad al tomar la decisión.
