La fiebre del frexting

12/08/2015 04:00 Cecilia Rosillo Actualizada 14:38
 
EN ESTA ÉPOCA,  donde a todo hay que ponerle nombre, ahora aparece el ‘frexting’, una práctica sexual que se basa en intercambiar fotografías muy sexys entre amigas para recibir su aprobación sobre nuestra imagen y obvio conseguir algunos halagos, pero sin la más mínima intención erótica o amorosa.
 
Es más que una leyenda urbana que a las mujeres les gusta criticar a otras mujeres y que cuando una reconoce la belleza de otra es porque en realidad dicha mujer lo es.
 
Sin embargo, esta práctica pisa dos líneas muy delgadas que pueden confundir a las personas, como es el hecho de que por una parte halaga y “evalúa” la autoestima de la mujer y la otra es que estas imágenes pueden causar sensaciones de excitación entre las amigas.
 
No es nuevo que las mujeres, más que los hombres, pueden sentir excitación genital (que no es lo mismo que deseo erótico, o de querer y/o amar) por personas de su mismo sexo sin ser homosexuales, bueno ni siquiera algo flexibles a ello.
 
En las mujeres, se trata de una respuesta de excitación meramente por la sensación que causa un imagen erótica más que un deseo sexual, por lo que  expertas en temas de sexualidad humana, como la sicóloga Vicenta Hernández señala que: una mujer puede tener una excitación involuntaria sin que ello represente una homosexualidad, pero sí puede confundirlas.
 
Y es que una de las condiciones para que las fotos tengan características del ‘frexting’ es que deben contener muy poca ropa y darse en un contexto donde las involucradas sean amigas cercanas y confiables.
 
El ‘frexting’ se ha tomado más como un jugueteo que como una herramienta de ligue que, si bien es cierto, es una  de las formas actuales que las parejas hetero o bien homosexuales usan para la conquista y la seducción.
 
De alguna manera, dicen los expertos, este jugueteo se realiza entre mujeres heterosexuales porque también les excita, pero sin pensar de forma romántica en su amiga, pues nada más halagador y más fiable que una amiga le diga a otra: ‘Te ves buenísima’. 
 
Y es que es cierto que la opinión de una amiga por lo general es más sincera que la obtenida de un hombre; por eso, ésta es la base para que el ‘frexting’ crezca cada vez más en las redes sociales. 
 
Los peligros.Dice el dicho que jamás le des a una amiga o amigo información que cuando deje de serlo, lo use en tu contra. Y eso es justo el primer peligro de este juego entre amigas; si se termina la amistad nunca se sabe qué uso le darán a las fotos, pues todo lo que se lanza a internet se pierde, ya que no se tiene ningún control de lo que vaya a pasar después.
 
Es importante destacar que hay que tomar en cuenta que depositar en otras personas la facultad de aprobación puede costarle mucho a la autoestima; que quien recibe la foto puede a su vez considerarse menos atractiva; que cuando son menores de edad los que  están haciendo ‘frexting’, puede considerarse pornografía infantil y se responsabilizará del hecho a la familia.
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