Ellas también eyaculan

Sexo 12/01/2017 05:00 Cecilia Rosillo Actualizada 05:01
 

Ahora las mujeres no sólo quieren tener orgasmos  y ser multiorgásmicas,   también está la inquietud por ser eyaculadoras. Si bien el término se acuñó por  la salida del semen a través del pene y se creía que  era   exclusiva de los varones, desde hace más de dos décadas se descubrió que ellas  también pueden hacerlo.

Antes  se creía que las mujeres se orinaban al momento del orgasmo, como una forma refleja, pero este líquido no es orina. Para lograr la emisión de este líquido y experimentar orgasmos más intensos hay una técnica y estos son los pasos:

 

1. Como calentamiento, hay que dar  paso a los besos intensos y  caricias o masajes sensuales,  sobre todo  cerca de   los genitales, sin llegar a excitar demasiado pronto, sino con la intención de que la excitación vaya en aumento poco a poco.

 

2. Cuando la excitación ya está presente y hay signos de   lubricación vaginal y erección de pezones, se puede descansar la mano en el vello púbico y sobre la entrada vaginal entre los labios. El chiste es acercarla a sentir el calor que irradia. Así se colocan los dedos a cada lado de la vagina (abriendo los dedos con el primer y segundo dedo en un lado, y el tercero y cuarto, en el otro lado) y   frotar toda el área en forma de círculos en el sentido que giran las manecillas del reloj.

 

3. Se separan los labios de la vagina y   se acaricia, y frota alrededor de la orilla del orificio vaginal y luego se regresan los dedos juntos hacia atrás. Se continúa frotando con el movimiento circular hasta que se mojan los dedos.

 

4. Se coloca el dedo medio en la abertura de la vagina y lenta, y suavemente se acaricia y frota alrededor de la orilla del orificio. Es ideal que al mismo tiempo se bese y succione los pezones para incrementar el umbral del placer.

 

5. Lentamente se inserta un dedo en la vagina aproximadamente un centímetro y se continua el movimiento circular por uno o dos minutos para después deslizar el dedo   hasta el  Punto-G y lentamente se masajea en círculos pequeños con muy poca presión.

6.  Después de uno o dos minutos se empieza a sentir una energía más prendida. En este punto se puede incrementar la presión   y continuar el masaje, y entonces agregar un segundo dedo, ya sea el primero o el tercero, el que resulte más cómodo y continuar el movimiento durante uno o dos minutos.

 

7. Se agregan tres movimientos más a esta técnica. En la primera se usan ambos dedos y se doblan hacia la palma de la mano tocando la pared superior de la vagina y el Punto-G, justo detrás del hueso del pubis. En el segundo movimiento se enganchan los dedos alrededor del hueso del pubis y se presiona directamente sobre el Punto-G con un movimiento vibratorio de adentro hacia afuera manteniendo la presión en el Punto-G. Y el tercer movimiento es muy similar al primero, pero ahora se deslizan los dedos hacia adelante y hacia atrás sobre toda el área del Punto-G para adentro y afuera del borde donde se tienen los dedos enganchados alrededor del hueso púbico.

 

8. Se repite la serie de los tres movimientos y se continúa la estimulación. En este punto puede ser que se empiecen a sentir contracciones en las paredes vaginales y sentir los músculos vaginales apretarse alrededor de los dedos. Esto significa que un orgasmo está en camino.

 

9. En ese momento se está a  pocos minutos   de un   orgasmo profundo,  por ello es fundamental   no cesar la estimulación,  pues es lo que hace que las glándulas de Skene, responsables de segregar ese líquido, trabajen para lograrlo.

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