El placer de comerse

Sexo 07/09/2016 05:00 Cecilia Rosillo Actualizada 05:05
 

Una de las   escenas  sensuales en el sexo es sin lugar a dudas cuando aparece la comida en la cama, cuando alguien usa los labios, la lengua y toda la boca para quitar del cuerpo de su pareja frutas afrodisiacas, comidas jugosas o lamen líquidos sugestivos como el vino. 

Esta práctica erótica se llama sploshing y está considerada como un fetichismo sexual, que para algunas personas, en lugar de resultar excitante y provocador, es una práctica húmeda y sucia. 

Este fetichismo se trata de esparcir por el cuerpo de la pareja alimentos o líquidos que no sólo se dan durante el llamado juego previo, sino durante todo el acto sexual, por lo que casi nada está prohibido y se fomenta la creatividad. 

La comida y el sexo comparten algo fundamental: el placer y la necesidad de saciedad, y dentro del inconsciente del ser humano esto es lo mismo, pero adquirido de diferente manera. El sploshing tiene una ventaja sobre otras formas de excitación en pareja y es que involucra fuertemente y de una manera intensa dos sentidos básicos para la atracción sexual: el gusto y el olfato.

Por ello, la sensación de satisfacción después de comer es tan placentera, muy parecida a la que se experimenta después del orgasmo. Cuando asociamos las dos cosas, el placer suele ser más profundo, por ello, las cenas románticas son una de las claves más exitosas de la seducción. 

No en vano, muchas fotografías publicitarias de la actualidad, incluso figuras del mundo del espectáculo, utilizan la comida como un recurso para la sensualidad, al posar desnudos o con poca ropa; sin embargo, cuando la comida va más allá de la boca y la colocamos en otras partes del cuerpo, el efecto puede ser agresivo para algunas personas. 

El sploshing es usado por algunas personas  para estimularse visual  o sensorialmente, ya que se asocia visualmente el placer del cuerpo al placer del alimento; otras pueden optar por comerse los alimentos que previamente han esparcido, haciendo uso de la boca completa para estimular a su pareja a través de besos, lamidas y succiones que pueden resultar muy eróticas, y es aquí donde de un juego erótico se puede pasar a una aversión. 

A pesar de que es una práctica bastante común, para algunas personas, el hecho de ser untados con alimento les puede resultar repugnante, esto depende de muchas cosas en la  mentalidad de las personas, por ello, ha sido englobado en la categoría fetichista de húmedo y sucio, que incluye a elementos no comestibles como pintura, aceite o barro. 

Las reglas del juego: 

1.- Debe ser consensuada por la pareja. 

2.- No utilizar productos líquidos que puedan resultar irritantes para la piel, ya que se corre el riesgo de sufrir infecciones. 

3.- Sólo se deben usar alimentos en buen estado, no caducados. 

4.-Se debe elegir un lugar adecuado en el que los amantes puedan moverse con libertad, sin pensar en que están ensuciando o dañando los espacios. 

5.- Lo más importante, a la hora de probar cualquier nueva práctica sexual, es que ambos integrantes de la pareja se sientan cómodos al respecto. 

De hecho, el sploshing no es precisamente moderno, pues los griegos y romanos de la antigüedad también lo practicaban, igualmente es considerado por el Kamasutra como una actividad   placentera, y este libro tiene más de dos mil años de existir.

 

 

 

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