Evita rascártelos en público

Sexo 03/02/2016 13:33 Actualizada 20:03
 
Naturalidad es la palabra que más se usa cuando hablamos de cómo debe verse, concebirse y vivir el cuerpo; pero… hay límites que tienen que ver con la convivencia sana de una población.
 
Ver el cuerpo y sus expresiones sexuales de la manera más natural sólo es posible cuando se tiene claro que en la sexualidad hay una parte que, además de íntima, es privada como el tocar, ajustar o disfrutar del placer de manipular los genitales.
 
El tocamiento de los genitales tiene muchas connotaciones de acuerdo al momento, sitio y personas que estén presentes. Por ejemplo, agarrarlos frente a una persona y mirarla a los ojos es una insinuación al sexo. Frotarlos frente a una persona desconocida es una agresión, tal como muchos exhibicionistas hacen.
 
Existen ciertas conductas que en público son hasta de mal gusto y que tanto mujeres como hombres las llevan a cabo cuando deberían ser tan privadas, como ir al baño, y que no pocas veces son factor para que la pareja se lleve una mala impresión, más aún si se está en la etapa del cortejo.
 
Aquí las más comunes:
 
1. Jalar la tanga de entre las nalgas. Sí es desagradable la sensación y aún más, puede llegar a lastimar la zona, pero a nadie le parece fino el detalle en público. Para evitarlo hay que usar ropa interior más amplia o bien, ropa exterior menos ajustada.
 
2. Despegarse o acomodarse los genitales jalando el pantalón. Muy común entre los varones es que el sudor haga que la piel del escroto, del prepucio o los vellos púbicos molesten o bien, que la ropa interior desacomode los testículos o el pene y, sin tomar en cuenta si son vistos o no, den el jalón a éstos y hasta se avienten su sentadilla. Eso es muy desagradable para los presentes.
 
3. Acomodarse los senos en el brassier. Si hay una cosa que no sabe la mayoría de las mujeres, por insólito que parezca, es su talla exacta y el tipo de copa que debe usar según su tamaño y forma de busto. No pocas al usar una ropa interior incómoda van jalando tirantes y varillas por la calle, lo que evidentemente llama la atención y no las hace pasar desapercibidas, o por lo menos a sus senos.
 
4. Rascarse. La comezón es una de las sensaciones más desesperantes en el ser humano y en la zona genital es de las más incómodas pero… rascarlos en frente de la gente no es bien recibido por los demás; la mayoría de la gente lo asocia con enfermedades o bien, con falta de higiene.
 
5. Acomodarse la medias. Si una ropa femenina es considerada fetichista es la media, para muchos hombres el solo hecho de pensar en ellas subiendo o bajando por la pierna es motivo de excitación, por eso, andarlas acomodando en plena vía pública es una forma de hacer que las miradas se vuelvan libidinosas. Estas expresiones, en su origen son inofensivas, pero para muchas personas son agresiones sexuales o bien, hasta insinuaciones. Por esta razón, los sexólogos señalan que la gente debería considerarlas como parte de su privacidad y evitar realizarlas en público.
 
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