La teoría del apego señala que los infantes que crecen con una necesidad de apego bien resuelta son personas con mejores vidas sexuales.
La teoría del apego se basa en señalar que según como nos haya ido en los inicios de la vida y la calidad de la cercanía que se tuvieron con los cuidadores primarios es lo que nos va a definir muchas cosas con las personas que nos vinculemos después, entre ellas el disfrute del sexo a nivel físico y sexual en general.
Pese a que esto ya lo venían concluyendo de manera empírica los sexólogos, investigadores en Estados Unidos elaboraron un estudio en el que los resultados arrojan la conclusión de que efectivamente, las personas que de bebés tuvieron apegos más fuertes con sus padres, primordialmente con la madre, desarrollan vidas sexuales más gratificantes.
seguridad y confianza. Lo que desarrolla el apego en el niño son seguridad y confianza. Pese a que la elección de pareja puede ser un tema complejo en todas las etapas de la vida, las personas que tuvieron la seguridad emocional de que eran amadas por sus padres de forma incondicional aprenden que los errores no son fatales, que son oportunidades de crecimiento, que las elecciones tienen sus riesgos y no desarrollan dependencia emocional, ya que saben que el amor se da, no se demanda.
Así, cuando se es adulto cambia la percepción de la pareja en la satisfacción sexual y física, que se hacen más grandes y plenas. Mientras mejor funciona el apego en la infancia como es al ser tocado, cargado, y contenido cuando esto es demandado por el bebé, la ansiedad desaparece dando paso a conductas de seguridad.
Por ejemplo, un bebé que es cargado frecuentemente o cuando lo pide, tiende a satisfacer sin complicación esta necesidad, que como tal busca llenar un vacío.
Al satisfacerse, el niño aprende e interioriza que no necesita insistir para tener amor, pues es algo alcanzable y de lo que es merecedor, de esa manera, buscará personas a las que no tenga que rogar por amor y se sabrá merecedor de ser amado y amar sin condicionar, y la satisfacción sexual sea más alta.
Por otro lado, el apego y el tocar es una manera de aprender a sentir el cuerpo de uno y el del otro, se desarrolla una seguridad de exploración corporal que no tiene prejuicios, ya que el cuerpo aprende a identificar las caricias amorosas de las eróticas.
Así, lo que deja el apego es que baja el nivel de ansiedad de las personas al ser tocadas y amadas, pues el apego ahora es medible: a menos ansiedad la satisfacción es mayor.
