Pokémon gay

ZONA G 05/08/2016 14:27 Raúl Piña Actualizada 14:27
 

La fiebre del juego Pokémon Go ha invadido al mundo. Todos andan embelesados con sus teléfonos inteligentes, muchas veces más que los usuarios, y recorren las calles como zombies buscando a los famosos personajes de este juego, que ha venido a cambiar el rumbo de la interacción virtual.

Cuando México aún no tenía la licencia oficial para bajar la aplicación, muchos aficionados recurrían a conseguirla por medios no permitidos y así, entrar al borlote y pasar un buen rato buscando los pokémones más cercanos en su área.

En Estados Unidos es tal la fiebre que la gente ha invadido lugares como el Central Park, en New York, en manadas, tratando de cazar a estas figuras. Hay quienes han chocado con un poste o con una pared por estar ensimismados en la búsqueda de Pikachu.

La comunidad gay, en todo el mundo, tiene una aplicación en sus teléfonos, que valga la analogía es muy similar a este evento que tiene a todos de cabeza.

Grindr es la famosa aplicación que permite a los hombres gay buscar en sus celulares otros hombres gay/heteros/bisexuales en busca de encuentros sexuales ocasionales, rápidos y sin compromisos.

Bajas la aplicación —gratuita— y comienzas a buscar a quienes están disponibles a corta distancia de tu ubicación geográfica. Buscas el que te gusta, ves su foto, te agrada, mandas mensaje y ahí comienza el conecte. Siempre hay una posibilidad de que el "mensajeado" decline tu oferta o no responda o te diga de plano que no está interesado.

Las edades en este sitio varían desde los 18 años hasta los 65 o más. No hay límite. Por lo general, es la gente joven quien más uso hace de la aplicación. No hay preguntas de tipo personal ni romance, es sólo sexo furtivo y consensuado.

Como una semejanza con Pokémon Go, los usuarios de Grindr sólo buscan aumentar su colección de "Pikachu" y continuar en la caza de más y más.

La gente gay, no toda, siempre ha sido partidaria del sexo casual y sin ataduras, y con este juego se ha vuelto aún más común y aparentemente más divertido.

Hace unas décadas, los encuentros entre personas gays se daban en los bares, parques, estaciones del Metro, museos, teatros o baños de vapor, que se prestaban al encuentro fácil, por decirlo de algún modo, y se consolidaba sin más expectativas que la de un rato de placer e intercambio de fluidos, algunos con más responsabilidad que otros, pero se daban.

Hoy en día, estas aplicaciones son más recurrentes y se acomodan a un mundo que cada vez gira más rápido y de manera vertiginosa.

Si no conseguiste galán en tu noche de bar y estás caliente, prendes tu teléfono, buscas a quienes están a 100 metros a la redonda y ¡zas!, conectas, arreglas, solucionas y a darle que el cuerpo lo pide.

Existen otros sitios donde puedes conseguir lo mismo, pero es un poco más tardado y algunas veces más complicado, porque algunos usuarios buscan romance, relaciones serias o simplemente hacer amigos. Grindr es la opción más viable para conseguir saciar tus pasiones y desahogar el cuerpo de manera, rápida, sencilla y efectiva.

Con esto no quiero decir que sea un sitio seguro, pues se han dado casos de abuso físico porque algunos homofóbicos lo usan para atacar a sus víctimas poniendo fotos de hombres extraordinariamente perfectos y con ese anzuelo caen redonditos y ya en el lugar de la cita, se da el abuso y la violencia contra los homosexuales.

Si usas esta aplicación u otros sitios de encuentros casuales asegúrate de mandar la foto del prospecto a tus amigos y/o la dirección a donde te diriges.

Esto no es una promoción a Grindr, es solamente una advertencia de saber usar las redes sociales, para no caer en errores fatales.

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