Si lo comes: estarás ansioso

28/07/2015 03:00 Víctor Jiménez Actualizada 14:59
 

La ansiedad se caracteriza por temor, nerviosismo, preocupación, aprehensión o inquietud constante y variable en intensidad. 

Algunos de los síntomas son: pulso cardíaco acelerado, sudores, dificultad para respirar, náuseas, mareo y hormigueo. 

Entre las diversas causas de la ansiedad están el estrés acumulado, los cambios de estilo de vida y la represión de emociones. Los alimentos y las sustancias que ingerimos también tienen un efecto sobre los estados de tranquilidad o ansiedad. Cuidar los alimentos podría ayudar a reducir o evitar la desagradable ansiedad.

Los alimentos tienen el poder de afectar nuestro estado de ánimo. Evita el exceso de sustancias productoras de ansiedad y nota la diferencia. 

1. Esta es una de las principales sustancias que, ingerida en exceso, puede producir insomnio y ansiedad. Algunas personas reportan haber tenido ataques de pánico como resultado del alto consumo de cafeína. Esta sustancia se encuentra en el café, los refrescos de cola, el chocolate, el té y en algunos medicamentos indicados para el tratamiento de la gripe y los dolores de cabeza. 

La cafeína estimula el cerebro, provoca descargas de adrenalina, como cuando estás estresado. Te hace estar más alerta, en un estado de agitación constante y de emergencia. Esto es muy desgastante, el estrés sostenido a lo largo del  tiempo te hace vulnerable a la ansiedad.

Además, al ser un diurético, la cafeína ayuda a expulsar minerales anti-estrés como el potasio y vitaminas B, que contribuyen a una sensación de calma.

2. Sal. Algunos estudios demuestran que la sal de mesa incrementa la tensión nerviosa. 

Además, elimina el potasio de tu cuerpo, un mineral esencial para mantener sano tu sistema nervioso. 

El consumo excesivo de sal puede producir deshidratación, y a su vez ansiedad, irritabilidad, depresión, fatiga y migrañas. Se han reportado casos de ansiedad aguda o ataques de pánico debidos a deshidratación por abuso en la ingesta de sal, bajo consumo de agua o calor extremo. 

Los alimentos enlatados y las botanas tienen grandes cantidades de sodio como conservador y saborizante. Beber suficiente agua durante el día mantiene las células de tu cuerpo hidratadas y te hace sentir bien.

3. Alcohol. Aparentemente, el alcohol ayuda a tranquilizarnos, porque induce a la relajación. En realidad, el alcohol es una sustancia inductora de ansiedad e incluso de ataques de pánico. 

El alcohol afecta tu humor porque altera el funcionamiento de la sustancia que, en tu cerebro, regula los estados de ánimo. Además, el alcohol contiene azúcar que provoca fluctuaciones de la glucosa en la sangre, produciendo ansiedad. El alcohol también es causante de deshidratación, cuyos síntomas son: náusea, fatiga, debilidad. Estas sensaciones pueden llevarte a sentir ansiedad. No abuses del alcohol y evita la aparición o el incremento de estados ansiosos.

4. Azúcar. Cuando comes azúcar, experimentas una repentina subida de energía. Pero en cuanto los niveles de energía bajan, empiezas a sentir cansancio y pesadez. Si tus niveles de azúcar en la sangre bajan demasiado, podrías tener síntomas de ansiedad. Al detectar esta baja en el azúcar, tus glándulas adrenales le dan un “empujón” a tu cuerpo para estabilizarlo, produciendo cortisol y adrenalina, las hormonas del estrés. Entonces puedes llegar a sentirte ansioso en extremo, listo para “atacar o huir”, sin estar en una situación de peligro. 

El azúcar es altamente adictiva. Como consecuencia de ésto, cuando se le deja de consumir, pueden aparecer síntomas de abstinencia: ansiedad, temblor, pérdida de equilibrio, irritabilidad y palpitaciones. 

Evitar el consumo exagerado de azúcares es cuidar tu estado de ánimo.

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