Evita las conductas tóxicas

ZONA G 27/02/2018 08:54 Víctor Jiménez Actualizada 08:54
 

Las personas con comportamientos tóxicos hacen sentir a los demás humillados, enojados, frustrados, culpables y defectuosos. Todos en algún momento caemos en comportamientos perjudiciales para nosotros o los demás. Para evitarlos, pongamos atención a nuestro comportamiento y el de los los demás para mejorar la calidad de nuestras relaciones. Revisa esta lista de conductas y actitudes tóxicas. ¿Cuáles se aplican a ti? ¿Cuáles se aplican a personas conocidas?

Enojarse constantemente y perder los estribos. Enojarse fuertemente y por todo puede ser una manera de manipular. Es una forma de decirle al otro: “Ten cuidado, pues podría enojarme y ya sabes cómo me pongo y las consecuencias que esto tiene”. Hay quien utiliza el enojo y la agresión para defenderse: la mejor defensa es el ataque. No es raro que incluso voltee las cosas y resulte ser el ofendido. Claro, usa esta estrategia sólo para salirse con la suya.

Jugar con la mente de las personas. ¿En qué consisten los juegos mentales? Por ejemplo, en provocar una respuesta, como hacer enojar al otro o conseguir que haga lo que uno quiere. El propósito de estos juegos es sentirse poderoso y en control del otro. También los usa la persona tóxica para poner a los demás a prueba y ver cómo reaccionan o qué tanto control tiene (por ejemplo sobre su pareja). Otro juego consiste en no expresar directamente el enojo y las razones de éste. No, en su lugar, espera que tengas la suficiente inteligencia y sensibilidad para captar sus necesidades, que le leas el pensamiento.

Imponer puntos de vista. Esto lo hace quien expresa su desacuerdo de manera agresiva, en lugar de dialogar, argumentar calmadamente e intercambiar ideas. Es común que descalifique las opiniones de otros sin dar explicaciones razonables o creíbles. Quien impone sus puntos de vista cree tener la verdad absoluta, por lo tanto no admite ninguna idea diferente a las suya. En una reunión, monopoliza la conversación y ésta deja de ser interesante o atractiva.

No cumplir promesas y acuerdos. Quedar mal, ser incumplido, es una conducta tóxica. No llegar a las citas programadas o comprometerse a hacer cosas que es incapaz de realizar son comportamientos tóxicos que perjudican a personas sensibles, incautas o ingenuas. Al final, la persona termina siendo calificada como fantasiosa, informal e indigna de crédito.

Quejarse constantemente. Seguramente conoces a un quejumbroso y has sufrido con sus quejas constantes. Prácticamente cualquier cosa está sujeta a sus quejas: la calificación en un curso, los programas de televisión, la incomodidad del sofá, la comida del restaurante.

Está convencido de que merece más y mejor. Nunca está satisfecho. El quejumbroso afecta la atmósfera a su alrededor con sus continuas lamentaciones. Su conducta es tóxica, pues es como si dijera: “Si yo no puedo ser feliz, los demás tampoco”.

Hacer a los otros sentirse culpables. Esta es una táctica de intimidación utilizada por la persona manipuladora. Frecuentemente transmite estas ideas: “No te importo lo suficiente. Si en realidad te importara harías esto por mí” o “Eres una egoísta”. El resultado: la víctima de la manipulación se siente mal, le surgen dudas acerca de su forma de ser, surge la ansiedad y es probable que se someta al intimidador. La naturaleza dañina de este comportamiento está bastante clara.

Aconsejar a quien no ha solicitado consejo. Muchos piensan que tienen la respuesta a los problemas de los demás y que además la salida es sencilla. Ofrecer esas soluciones a quien no las ha pedido puede ser una acción recibida con desagrado. Es una conducta tóxica porque es intrusiva, poco respetuosa e invade el espacio personal del otro. Sígueme en facebook.com/vjimenez67

Google News - Elgrafico
Temas Relacionados
conductas tóxicas

Comentarios