Curso básico para padres: congruencia

27/01/2015 03:00 Víctor Jiménez Actualizada 03:00
 

Cuando atiendo a padres de familia, a sus hijos o a ambos en terapia, un problema que surge una y otra vez es el de la comunicación poco clara. Es común que en la interacción padres-hijos, los primeros envíen dobles mensajes. El dilema “hagas lo que hagas pierdes” se utiliza en el seno familiar a través de dobles mensajes en la comunicación.

Un ejemplo de estos mensajes es el enviado por la madre a su hijo adulto: “Está bien, puedes irte de la casa, quiero que seas independiente. Sólo espero no volver a deprimirme como cuando se fue tu padre”. El hijo se encuentra en una disyuntiva en la que pierde sea cual sea su decisión. Si se queda para evitar la depresión de su madre, abandona su deseo de independencia. Si se va, vive con la culpa de haberla abandonado, “como hizo su padre”.

Incongruencia. Pero esta no es la única forma en que los padres envían mensajes confusos y contradictorios. Afirmar verbalmente “te quiero, hijo mío”, y a la vez transmitir rechazo corporal o maltratar al hijo física o verbalmente, es incongruente.

Compra El Gráfico para tener la historia completa

Google News - Elgrafico

Comentarios