Ser agradecido te hace más feliz

Vida 23/08/2016 05:00 Víctor Jiménez Actualizada 05:01
 

La gratitud surge de voltear a ver lo bueno que tenemos o nos ocurre. No es necesario que nos suceda algo extraordinario para sentirnos agradecidos. Basta con estar atentos a los sucesos agradables y apreciarlos, por pequeños que parezcan. Así, desarrollamos la capacidad para agradecer al conectarnos con la satisfacción con la vida porque ocurrió algo agradable.

Cuando nos damos cuenta de lo positivo, también ponemos atención a la sensación que nos provoca. El agradecimiento nos trae al presente, nos conecta con lo que estamos viviendo en el momento. Entonces, aunque sea por unos instantes, pensamos: “El mundo se ha portado bien conmigo, la suerte me sonríe”. Ser conscientes de los “regalos” que nos da la vida contribuye a nuestra felicidad.

Para ser más felices, ejercitar el agradecimiento puede ser de gran ayuda. A continuación, encontrarás una serie de estrategias para practicar la gratitud, todas ellas propuestas por expertos en el tema.

Ejercicios de gratitud. 

 Comienza cualquier conversación, sobre todo con una persona “difícil”, con un “gracias”. Puedes agradecer al otro por lo que hizo bien, por escuchar o darte la oportunidad de hablar. Una conversación que comienza con un sentimiento y una expresión de gratitud tiene mayor probabilidad de salir bien. (Janice Kaplan)

Cada día al amanecer,  agradece que todas las par tes integrantes de tu cuerpo están intactas y en su lugar. Revisa tu cuerpo, mírate al espejo, reconoce y toca cada parte de él. Es un gran comienzo darte cuenta de que respiras, tus pulmones funcionan correctamente, tu corazón late, tus piernas están allí para ayudarte a moverte y tus brazos te permiten tomar lo que necesitas. (Mark Liponis)

Escribe un diario de gratitud.  Este consiste en escribir, de preferencia cada noche, tres cosas por las que te sientes agradecido con respecto a ese día o en ese momento. Para lograrlo, es necesario detenerte por unos segundos, hacer un pausa y experimentar la emoción del agradecimiento. El sentimiento de gratitud surge de ver lo positivo, es un gran ejercicio que fortalece tu optimismo y contribuye en gran medida al bienestar. (Sonja Lubomirsky)

 Haz una visita de gratitud.  Piensa en una persona que ha cambiado positivamente tu vida. Puede ser un profesor, una terapeuta, un amigo, una escritora, una consejera. Escríbele una carta de agradecimiento en la que expresas cómo pensabas, sentías y actuabas antes de conocerl@; cómo influyó en tu vida y qué has modificado a partir de su influencia. Entrega la carta personalmente y de preferencia tómate el tiempo para leérsela tú mism@. Hacer este ejercicio ayuda a tener un estado de ánimo positivo, a desarrollar el optimismo y lograr un mayor bienestar. (Martin Seligman)

Enseña a los miembros de tu familia a ser agradecidos.  Durante la comida o la cena introduce el tema del agradecimiento. Comparte con ellos qué te ha provocado sentimientos de gratitud ese día. Con los niños  también podrías hacer una especie de “alcancía de la gratitud”. Escribe junto con ellos notas y guárdenlas en una alcancía o caja para revisar en familia al final del año y así agradecer lo recibido. (Janice Kaplan)

Ilustra tu agradecimiento.  A lo largo del día mantente atent@ a las cosas que te inspiran gratitud. Toma fotos de aquello con lo que te sientes agradecid@: el joven que pagó tu pasaje en el autobús, quien te apartó un lugar, el día soleado, el rato agradable  con una amiga, el café que   te da energía. Sube las fotos a Facebook y comenta tu experiencia de gratitud. (Brent Atkinson)Sígueme en facebook.com/vjimenez67

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