Apaga tu piloto automático

Vida 17/04/2018 05:18 Víctor Jiménez Actualizada 05:26
 

Con seguridad te ha sucedido que a veces actúas como si estuvieras moviéndote en “automático” sin mucha conciencia de lo que estás haciendo. Esto es como cuando haces las cosas con tanta prisa que en realidad no pones atención. Estas son dos maneras de actuar en “piloto automático”, un estado mental en el que actuamos sin ser bien conscientes de lo que hacemos, sentimos o pensamos. Es como si estuviéramos allí, pero sin estarlo completamente. En piloto automático estamos bastante desconectados de nosotros mismos.

¿Qué consecuencia tiene esto?

Algunos ejemplos de los efectos de vivir en piloto automático son:

Tendemos a cometer más errores, a romper o derramar cosas por descuido, por no prestar atención o por estar pensando en algo distinto. Esto implica dedicar más tiempo y energía a la reparación de nuestros errores.

Solemos no darnos cuenta de emociones, tensión física o incomodidad hasta que realmente reclaman nuestra atención. Un ejemplo es el caso de enfermedades que comienzan con un síntoma ligero y que pueden agravarse si no se les atiende a tiempo.

Nos centramos tanto en el objetivo a lograr que perdemos contacto con lo que estamos haciendo en este momento para alcanzarlo. Esto nos hace sentir estresados, decepcionados, ansiosos, incluso deprimidos.

 Tendemos a “picar” sin ser conscientes de lo que comemos. La consecuencia, mala nutrición o sobrepeso por descuidar y abusar de las cantidades y la calidad de los alimentos.

Llegamos a estados emocionales desagradables o difíciles como la ansiedad o la depresión sin saber cómo llegamos hasta allí.

Vivimos en la mente, constantemente preocupados por el pasado o con el futuro, en lugar de estar en contacto con nuestro entorno y la experiencia presente. Así, nos sentimos desconectados de nuestro entorno y los demás.

¿Cómo salir del piloto automático?

Hay acciones muy sencillas que te pueden ayudar a estar más atento a tus experiencias cotidianas. Hazlas de vez en cuando a lo largo del día para ayudarte a estar más consciente:

 Conéctate con tus sentidos. Mira a tu alrededor y pon atención a los objetos en tu entorno, los colores, la luz. Escucha los sonidos que percibes, sin pensar en ellos, sólo nótalos.

Conéctate con tus sensaciones físicas. Siente los movimientos de tus piernas, brazos o manos. Date cuenta de las tensiones o cualquier sensación agradable o desagradable en tu cuerpo. Pon especial atención a tu respiración, a los latidos del corazón y a las sensaciones en tu estómago.

Pon atención a tus pensamientos. Nota cada una de las ideas que surgen en tu mente.

Obsérvalas y di mentalmente: “Estoy teniendo el pensamiento de que…”. Esto te ayuda a distanciarte de las ideas y verlas con mayor objetividad, sin perderte en ellas y actuar en piloto automático.

Haz actividades con atención. Elige una actividad para ponerle total atención mientras la realizas, sin dejarte llevar por preocupaciones, pensamientos, recuerdos o distracciones.

Puede ser algo como lavar los trastes, caminar o bañarte. Practica conectarte con tus sentidos y sensaciones físicas. Evita hacer juicios o evaluaciones de lo que estás haciendo.

¿Cómo es vivir con más consciencia?

Al alejarte del piloto automático, recuperas el contacto con los sentidos, ver las cosas como si las vieras o experimentaras por primera vez. Te sientes más vivo. Recuperas la curiosidad por el mundo. Ves al mundo tal como es, no como esperas, quieres o temes que sea. De esta manera, te mantienes conectado al presente, aquí y ahora.

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