Enséñalos a ser confiables

07/07/2015 03:00 Víctor Jiménez Actualizada 13:01
 

 

Julia, de 17 años, llega de la fiesta con aliento alcohólico y dos horas más tarde de lo convenido con sus padres, quienes descubren que en realidad estuvo en otro lugar. A pesar de haberse comprometido a pasar todas sus materias este mes, Toño, un adolescente, reprueba tres materias, traicionando así la confianza puesta en él. Carlos Alberto, el primo hermano de Julia, sin tener suficiente edad para manejar y sin haber conseguido el permiso de su madre, toma el auto para invitar a una chica a pasear. 

¿Qué tienen en común estos tres incidentes? El daño a la confianza de quien está a cargo de los chicos. Los padres de adolescentes se quejan de la poca confiabilidad de sus hijos. Como orientadores y formadores, es esencial que los papás comprendan en qué consiste la generación de confianza, reaccionen adecuadamente ante su quebrantamiento y sepan cómo enseñar a los hijos a ser confiables. 

Hay que entender que en situaciones como las expuestas al inicio estamos hablando de dos faltas. La primera: beber, no respetar los horarios, incumplir con las obligaciones escolares, tomar el auto sin consentimiento. La segunda es el daño a la confianza: romper las reglas de la familia, no cumplir con un compromiso hecho y hacer algo no autorizado.

Comprende que ser digno de confianza es un valor que se desarrolla a lo largo de los años. Tú no te convertiste en alguien confiable de la noche a la mañana. La confiabilidad se gana, no es ciega, y también se daña, se repara y se recupera.

 Ten en cuenta que tu adolescente tendrá recaídas en el transcurso del desarrollo de la confiabilidad y que este tema es algo a reforzar en cada oportunidad que se presente. Saber esto te ayudará a sentirte menos molesto y más tolerante.

Hazle saber que la generación y el mantenimiento de la confianza es algo serio y que cuando se pierde la confianza en alguien, se daña la relación. Muéstrale la importancia de cuidar su relación contigo.

Evita tomar el quebrantamiento de la confianza de manera personal, tener una explosión de ira no ayuda a tratar el problema. Recuerda que el adolescente no comprende la importancia de ganar confianza, adolece de un buen juicio, por eso se le llama adolescente. Necesita práctica y orientación que tú le puedes dar. 

Comunícale que traicionó tu confianza. Es probable que esto le mueva emocionalmente, pues para él/ella la relación contigo es importante. 

Si se disculpa, acepta su explicación y pídele que compense el daño. 

Ayúdale a reconstruir su confiabilidad. Evita decir cosas como: “Nunca más te voy a creer”, pues esto le deja sin esperanza, y abandonará su deseo de recuperar tu confianza. Resalta las ocasiones en que ha sido confiable. 

Coméntale que conforme actúe con mayor sensatez y control de sus impulsos, podrá tener mayor libertad y privilegios. Saber esto puede ser muy motivador.

Sé un buen modelo: cumple con las promesas hechas a tus hijos y otras personas; enseña con el ejemplo; actúa de acuerdo con lo que predicas; di la verdad; termina los trabajos a los que te comprometiste, no los dejes botados. 

Enséñale a no prometer lo que no puede cumplir, a mantener su palabra y a darle valor a ésta. 

Recuerda que tu trabajo como padre/madre es guiar al adolescente para que tome mejores decisiones, se cuide y se convierta en un adulto responsable. 

 

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