Es común al hablar de violencia doméstica pensar en un agresor masculino y una víctima femenina. Sin embargo, esto no siempre es así. La violencia intrafamiliar con la mujer como agresora y el hombre como víctima también tiene lugar. Y es más común de lo imaginado. Según reportes, por cada tres víctimas de abuso físico, emocional y psicológico, hay un hombre y dos mujeres.
Los hombres tienden a no reportar el abuso por varias razones. Ya que los hombres son más fuertes físicamente, se enfrentan a la incredulidad de la policía cuando declaran haber sido agredidos por su esposa. Tienen menos recursos legales y de apoyo emocional y social.
Además, por vergüenza, por el “qué dirán”, no declaran las agresiones físicas o verbales de su mujer.
¿Entonces qué hacen los hombres golpeados?. Buscan un escape de la realidad en la televisión, los video juegos, el alcohol o quedándose en el trabajo, pues no quieren ir a casa. Los menos buscan refugio en la lectura. Cuando se les pregunta cómo va su relación, contestan que muy bien, pues no quieren parecer débiles frente a los demás. Si ella está presente cuando les cuestionan sobre la relación, niegan los problemas para no provocar más abuso por parte de ella.
Así que deciden quedarse en una relación violenta. No quieren fallar en su papel de protector o proveedeor de la familia. Otros se quedan debido a sus creencias religiosas, pues “juraron cuidar, proteger y estar con tu esposa e hijos hasta que la muerte los separe”.
Una autoestima baja puede llevar a otros a creer que no merecen una relación mejor, o simplemente no se dan cuenta de que hay relaciones en las que la violencia no tiene lugar.
Niegan el abuso, no reconocen el problema y creen las promesas hechas por su agresora de detener la violencia. Unos más se quedan con la esperanza de que su pareja supere su actitud abusiva.
¿A qué agresiones se enfrentan los hombres?. Las mujeres tienen tácticas de abuso emocional que hacen más difícil detectar el maltrato.
El abuso verbal consiste en menospreciar; humillar frente a los amigos, compañeros de trabajo o familia; amenazas de agredir a los hijos o a la mascota; amenazas de dejar al hombre o de no permitirle ver a los hijos; correr al hombre de la casa continuamente; acusarlo de provocar su ira y agresividad; acusarlo de infidelidad y celos obsesivos; impedirle ver a la familia o a los amigos. La violencia física se manifiesta con golpes, patadas, mordeduras, escupitajos, amenazas con armas o cuchillos, agresión aventando cosas y destrucción de muebles.
