¿Es cierto que facebook causa depresión?

06/05/2014 03:00 Víctor Jiménez Actualizada 22:47
 

Entre las bondades de Facebook están las siguientes: incrementa la interacción social y el interés por otros; alienta la participación en discusiones políticas o sociales; facilita que se compartan experiencias, una actividad altamente gratificante; reduce la sensación de lejanía de los seres queridos; promueve el apoyo emocional y empatía entre los usuarios, en situaciones difíciles de la vida. 

Facebook contribuye a nuestro bienestar, pero no al de todos, según estudios realizados en los últimos años. El investigador Ethan Kross, de la Universidad de Michigan, reporta que a mayor tiempo invertido en Facebook, mayor sensación de aislamiento y depresión. En la Universidad de Leeds, en Inglaterra, llegaron a la  misma conclusión en sus investigaciones. El uso excesivo de internet incrementa a más del doble el riesgo de depresión, de acuerdo con un estudio realizado en adolescentes en Australia y China. 

 

¿Por qué Facebook provoca depresión? Hay una marcada tendencia en Facebook a publicar sólo lo envidiable: vacaciones, actividades de fin de semana, fiestas y fotos donde todos ríen. ¿Cuándo se ha visto que alguien suba la foto de una fiesta aburrida o del platillo que comió en el restaurante para comentar que lucía bien, pero que no le pareció tan delicioso? 

 

Estamos deseosos de compartir lo bueno de nuestras vidas y está bien que sea así. Sin embargo, la persona tendiente a la depresión está convencida de que su vida no es tan buena, feliz o exitosa como la de quien aparece en las imágenes. Y piensa: “Y yo aquí, trabajando” o “Y yo encerrado en casa, en piyama y solo”, mientras los demás viven al máximo. 

 

En las redes sociales puedes ver que un “amigo” consiguió un gran trabajo o que otro “amigo” está feliz con su nueva relación amorosa. Para quien está desempleado o para el tímido social, los sentimientos generados por estas imágenes, según investigadores de dos universidades alemanas, son: envidia y frustración por no disfrutar de la vida como los demás. 

 

En parte, esta respuesta emocional responde a una visión distorsionada de la realidad: se da por hecho que Facebook es la vida real, sin tomar en cuenta que es un filtro de la realidad. El efecto: comparación con los demás, ideas negativas recurrentes y, en consecuencia, depresión. Rumiar acerca de lo felices que otros se ven en Facebook y de lo “mal” que está la propia vida es la receta perfecta para deprimirse, sobre todo si ya se tiene una tendencia a la baja autoestima o al pesimismo.

 

No todos los usuarios se deprimen. Otro grupo de investigadores reportan que quienes se comprometen en la creación de contenido y lo comparten activamente en la red social no experimentan envidia, frustración o soledad. Estos usuarios no se comparan con otros, no se sienten menos, no se obsesionan con su supuesta minusvalía, ni se deprimen. 

 

Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon muestra que los involucrados en la interacción constante con otros, a través de mensajes, comentarios y el intercambio de material que les resulta interesante, incrementan su sensación de pertenencia y se sienten acompañados. 

Los usuarios pasivos, que sólo curiosean, tienen mayor probabilidad de experimentar ostracismo y soledad. El aislamiento es tierra fértil para la depresión. 

 

Prevención de este padecimiento: No creas todo lo que ves en las redes sociales. Facebook te da una visión parcial de la vida de una persona. Evita compararte con los demás. 

Si se dispara tu envidia cuando, en Facebook, ves a otras personas disfrutar de la vida, procura tú también hacerlo, no con un afán competitivo, sino para proveerte de lo que es importante para ti. Interactúa activamente en la red social. 

 

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