Dile adiós a la depre

Vida 01/03/2016 05:10 Víctor Jiménez Actualizada 13:47
 

De manera constante enfrentamos situaciones estresantes o retos importantes en la vida que nos desgastan.

Algunas de estas situaciones pueden ser las relaciones difíciles en el trabajo o la familia, la amenaza de una pérdida como el trabajo o un divorcio. 

En esas circunstancias sentimos que nos cuesta salir adelante como lo hacemos normalmente. La tensión con facilidad lleva a la pérdida de energía que puede convertirse en depresión.

Existen estrategias a las que recurrir para evitar caer en un estado depresivo. 

Aquí están algunas de ellas:

Recuerda lo que te ha funcionado en el pasado. Para mantener un estado de ánimo elevado, muchas veces has recurrido a estrategias que te han sacado “del hoyo” antes. 

El mero hecho de saber que previamente has salido adelante en situaciones difíciles te hará sentir con más energía y disposición para enfrentar los malos tiempos.

Recuerda que los estados de ánimo son cambiantes. Comprender que no es posible permanecer con un ánimo bajo todo el tiempo es esencial. Generalmente oscilamos entre el buen ánimo y el mal humor. Confía en que, si tomas algunas de estas medidas, tu estado de ánimo “bajoneado” va a pasar.

Mantente activo. Prográmate actividades, pues hacer algo  mantiene tu mente ocupada. La distracción es una buena forma de olvidarte un poco de ti y de lo que te pasa. Cuando te concentras en algo o alguien más, tu mente deja de darle vueltas a las cosas. Así evitas el desgaste y la pérdida de energía mental. 

Reconoce tus logros. Por pequeños que éstos sean, date crédito por los buenos resultados de tus acciones y de tu trabajo. La satisfacción derivada de tus logros te impulsa a seguir intentando cosas nuevas y continuar haciendo un esfuerzo por alcanzar tus metas.   

Pon atención a tus pensamientos negativos. Los pensamientos pesimistas y de desesperanza atraen más pensamientos del mismo tipo. Evítalos o pronto estarás imaginando y pensando lo peor para tu vida. Date cuenta de cuáles son tus pensamientos y deten-

los diciendo “basta” cada vez que aparezcan. 

Sé comprensivo contigo mismo. Cuando las cosas no resulten como tú lo deseas, te sentirás frustrado. Es probable que en esos momentos te recrimines por actuar o no haber actuado de cierta manera. Para evitar que la frustración te lleve a la depresión, mírate con compasión, comprende que en ocasiones te equivocas, tomas malas decisiones y que estás en un proceso continuo de aprendizaje. Nadie es perfecto y no siempre salen bien las cosas a la primera. 

Comparte tus sentimientos. Hablar abiertamente acerca de lo que sientes con alguien de tu confianza reduce de manera importante el riesgo de caer en un estado depresivo. Sacar las emociones de tu pecho te libera, te da alivio y genera energía para continuar. 

Defiende tus necesidades. Una de las razones por las que nos deprimimos es que olvidamos nuestras necesidades o ponemos las de otros en primer lugar. Revisa constantemente qué necesitas y comunícaselo a tus familiares y amigos. No permitas que los demás impongan sus necesidades sobre ti a través de sus exigencias. 

Distingue entre lo que te corresponde  y lo que no. Muchas veces nos culpamos por los problemas de otros o los hacemos nuestros. Asegúrate de evaluar siempre si aquello que te preocupa es verdaderamente tu problema o si estás echándote encima la responsabilidad de alguien más. Cuídate de no acceder

 a peticiones poco razonables por parte de familiares

 y amigos. 

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