Aprenden a descifrar a la delincuencia

La roja 04/05/2016 05:00 Tanya Guerrero Actualizada 05:02
 

Un salón de clases les ‘cambió el chip’. A su gran maestra, que es la experiencia, le añadieron el valor del conocimiento adquirido a través de los libros. Son una amalgama perfecta entre teoría y práctica, y representan a decenas de policías que a diario se preparan en una de las cuatro carreras profesionales que ofrece el Instituto Técnico de Formación Policial.

Su asertividad al momento de tomar decisiones de vida o muerte durante su labor en la vía pública, los hace distintos. Por eso, cada uno mira de forma diferente el delito y atiende un aspecto distinto en su prevención.

Para Arturo Conde, la delincuencia tiene muchas caras, vistas a través de una mirada social, antropológica y humanística. “Antes, para mí,  el delincuente era el malo. Hoy puedo entender que no necesariamente es así. Es un ser humano, cuyas cuestiones de vida lo llevaron a cometer un delito y ha tenido serias dificultades hasta llegar a ese punto”, dice  el oficial de 31 años con 12 de servicio.

La carrera de Criminología e Investigación Policial le amplió el panorama para estudiar al delincuente y al delito de manera objetiva. Materias como Victimología, Psicología Criminal y Criminalística, lo han conducido a la comprensión de aspectos que a veces los uniformados pierden de vista al quedarse sólo con la práctica, como el nivel educativo y la vida durante la infancia de aquellos que provocan inseguridad en las calles.

Ese mismo fenómeno es visto por Marlene de la Paz de manera distinta. La oficial de 34 años forma parte de la primera generación de la licenciatura en Seguridad Pública, carrera que evalúa, diagnostica y compara modelos policiales utilizados a nivel internacional para adaptarlos a nuestro país.

“Observas de manera global todo lo que le da vida a la Secretaría de Seguridad Pública. Estudias la dinámica al interior de la corporación. Sus agrupamientos, sus sectores y el manejo de  operativos”, comenta la oficial con 10 años de servicio.

Esos dispositivos han cambiado con el uso de nuevos implementos. Para estudiar su trascendencia, Hugo Orta se prepara en la licenciatura de Tecnologías Aplicadas en Seguridad Pública. Su pasión es entender el funcionamiento del Centro de Control de Mando y el manejo de las bases de datos que predicen la incidencia delictiva.

“Si detectabas a un ladrón, antes lo perseguías como al estilo del gato y el ratón. En nuestros días, la prevención del delito y la estadística de su incidencia, así como el uso de cámaras, han reducido las cifras de manera importante, por ejemplo, en el robo de autos”, dice  el oficial con seis  años de servicio.

Pero la prevención no sería nada sin un cuadro sólido de actuación policial. A partir del cambio en el Sistema Penal Acusatorio, quienes cursan la licenciatura en Derecho ensayan en una sala de juicios orales  cómo enfrentar este   sistema.

“El policía es  capaz de especializarse en distintas áreas de servicio. Lo más importante es la vocación”, señala  Martín Campos Jiménez, oficial con 20 años de servicio, quien está  a punto graduarse   en Derecho.

 

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