¿Cómo hablar de la menstruación?

ZONA G 23/10/2016 12:24 Redacción Actualizada 12:24
 

Por Irma Gallo

Hace unos días me escribió un papá soltero para pedirme que hablara sobre cómo comentar con las chicas sobre la menstruación. Sentía que, en su caso, la tarea era mucho más difícil.

Déjenme decirles que, a pesar de que este tema está explicado en los libros de texto desde cuarto de primaria, nunca nos sentimos preparados para tener esa conversación con nuestras hijas, aunque seamos mujeres. Sobre todo porque sabemos que hay muchos tabúes y no queremos que se preocupen por algo que es natural.

Pero es necesario hacerlo para evitarles los desagradables “accidentes” de manchar la ropa en la escuela y tener que amarrarse un suéter a la cintura. Sobre todo cuando sabemos que motivos de bullying no faltan entre niños y adolescentes.

¿Cómo empezar?

Si tu hija ya pasó por cuarto de primaria, es probable que ya esté más cerca de que le llegue su primera menstruación, aunque es perfectamente normal si le llega hasta los 12 años o más grande.

Antes que nada, tienes que buscar un momento adecuado para hablar con ella, por ejemplo, que no estén otros hermanos presentes para que no se sienta intimidada, pero tampoco construyas una atmósfera como de que le vas a comunicar una noticia terrible, como si alguien se hubiera muerto, porque quizá lo asociará con ese momento el resto de su vida.

Empieza por preguntarle qué ha aprendido en la escuela y si tiene dudas al respecto. Si te dice que no quiere hablar del tema, respétala, dile que por ahora está bien, pero que llegará el momento en que sea necesario hablarlo, sobre todo, para que no le ocurra un “accidente” en la escuela o en frente de los amigos y esto la haga pasar por una situación nada agradable.

¿Qué le digo?

Comienza por aclarar que la menstruación no es algo sucio de lo que una mujer se debe avergonzar, que a todas les pasa y que es la manera en que el cuerpo se prepara para algún día —si así lo desea— recibir a un bebé en el útero, pero que tiene que estar preparada para experimentar (quizá, porque tampoco les pasa a todas las mujeres) uno o varios de los siguientes síntomas:

Retorcijones abdominales o en la zona de la pelvis.

Dolor de espalda baja.

Hinchazón y dolor en los senos.

Antojo de algún alimento en particular.

Irritabilidad y cambios de humor.

Dolor de cabeza y cansancio.

Por ello es recomendable que cargue todos los días en su mochila un analgésico y antiinflamatorio suave (hay marcas especialmente formuladas para adolescentes) y un par de toallas femeninas en una bolsita. Incluso, la puedes animar llevándola a una tienda a elegir una exclusivamente para este propósito.

Pero, atención: si tu hija sangra demasiado, le dura más de siete días o tiene largos periodos sin menstruar una vez que ya empezó, es mejor que consulten a un ginecólogo. No se dejen llevar por el pánico, pero háganlo; es mejor estar tranquilos.

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