Irma Gallo
¿De repente su angelito se convirtió en un pequeño monstruo chillón, grosero, que hace berrinches por cualquier cosa, que se tira al piso en el centro comercial y se pone tan rojo que parece que está a punto de faltarle la respiración? ¿A todo responde que no y cree que puede hacerlo todo solo?
No se preocupen papás y mamás, aunque difícil, esta es una etapa completamente normal en el desarrollo de los niños; va de los 2 a los 4 años de edad (aproximadamente) y se le conoce popularmente como “la pequeña adolescencia”, porque se parece mucho a la que se vive de los 13 a los 16, y al igual que esa, afortunadamente es pasajera.
¿Por qué en esta edad? Porque su pequeño está reafirmando su individualidad, empezando a ser independiente: si no ha dejado los pañales, está a punto de hacerlo, ya come casi de todo, ya camina, puede entretenerse jugando solo durante largo rato, así que, al igual que sucederá en la adolescencia, durante esta etapa su pequeño experimenta muchas transformaciones físicas y mentales, lo que provocará cambios repentinos en su estado de ánimo.
¿Cómo tratarlo? Es muy importante que le hagamos saber, mamás y papás, que él no es el centro del mundo, pero que comprendemos lo que le está pasando (con mayor razón porque, a diferencia de un adolescente, él mismo todavía no es capaz de entender muchas cosas de sí mismo).
En esta etapa, hasta separarnos de él para ir a trabajar puede resultar en un conflicto.
Al respecto, la American Academy of Pediatrics hace la siguiente sugerencia, que me permito compartirles porque me parece equilibrada y justa:
“Cualquiera que sea su comportamiento, intente no sobreactuar regañándolo o empujándolo. La mejor táctica es asegurarle antes de que se vaya que regresará y, cuando regrese, lo elogiará por ser tan paciente mientras usted no estuvo. Mientras más seguro y confiado se sienta su hijo de dos años, tendrá más posibilidades de ser independiente y bien portado”. (Si quieren leer este artículo completo, acá les pongo el link: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/toddler/Paginas/Emot... Development-2- Year-Olds.aspx).
Otras sugerencias que he recabado con pediatras, educadores y amigas, y que quiero compartir con ustedes, son:
Cuando se porte mal, díganselo con voz firme, pero sin gritos. Nunca le digan adjetivos calificativos negativos, por ejemplo, eres “malo”, “desobediente”, “berrinchudo”; simplemente háganle saber que esa conducta no es aceptable.
Celebren sus pequeños logros cotidianos, como comer con tenedor, trazar una letra, aprender una palabra nueva.
Siempre que hablen con él, mírenlo directo a los ojos. Sobre todo si se trata de explicarle porqué tal o cual conducta no es aceptable.
