Llevan dos años sin saber de Karla

La roja 23/01/2018 05:18 Lydiette Carrión Actualizada 10:21
 

A Karla Romero Tezmol se la llevaron hace dos años. Tenía 11 años y caminaba  rumbo a su escuela, a unas cuadras de su casa, en la comunidad de San Pablo del Monte, Tlaxcala, región que es epicentro de la trata de mujeres en el país. 

Sus padres saben que se la llevaron a la fuerza porque hubo testigos. Desconocidos la subieron a un auto negro y arrancaron con ella; era el 13 de enero de 2016. Incluso pudo haber cámaras que captaran los hechos. Pero en aquel entonces, las autoridades no hicieron nada. Y ahora se cumplen dos años sin que nadie conozca el paradero de la niña.

Olga Tezmol, madre de Karla, resume los resultados de las investigaciones en todo este tiempo. “Los resultados son esto:  que a dos años de la desaparición de mi hija,  no ha sido localizada. Ha sido muy difícil como familia, como madre, como mujer. Pero pues ahí seguimos, tocando puertas, buscando por dónde, por dónde sí nos puedan apoyar, ya que lamentablemente aquí en Tlaxcala hubo tantas omisiones. A dos años no hay nada relevante, es como si el caso se hubiera quedado ahí…”, detenido.

Aquel 13 de enero, Karla salió  rumbo a la escuela, a sólo unas cuadras de su casa pero, de acuerdo con testigos, fue levantada por hombres en un vehículo negro. “Yo, como madre, yo conozco a mi hija, desde el momento en que me dicen que no había llegado a la escuela, supe que algo estaba mal”, cuenta. La familia se dirigió pronto a las autoridades. Pero ahí, los judiciales aseguraron que la niña iba a aparecer “rápido”, que de seguro era un “capricho” de la propia Karla. 

La cámara de seguridad de un vecino captó los hechos. Sin embargo, este registro se perdió definitivamente debido a que al momento de solicitar el video, las autoridades enviaron el oficio de solicitud con un error en la fecha. Pidieron los videos del día 14 de enero, en vez del 13. Para cuando se dieron cuenta del “error”, las imágenes necesarias ya habían sido eliminadas. Así se perdió un registro que pudo haber llevado a la detención de los raptores, y a la recuperación de la niña.  

Olga Tezmol narra: “Yo aporté toda información que a mí me pidieron porque me interesaba encontrar a mi hija. De todo lo que di, no se hizo nada… lo único que hicieron fue investigar que si mi nena tenía novio, que si la maltrataba yo, que si le daba responsabilidades que no le tocaban. 

“Les di el teléfono de mi nena para rastrearlo, y no hicieron nada. Sólo me dijeron: ‘Va a aparecer, no se preocupe, porque es mentira que se lleven a las niñas, que las duerman. Y ahora, el procurador da entrevistas y dice que quizá mi nena está en una red de trata”.

Las autoridades tlaxcaltecas ni siquiera activaron la Alerta Ámber inmediatamente. “Les abrieron las puertas a las personas que se llevaron a mi hija, porque la alerta se activó 21 días después”.

Tampoco se hizo una búsqueda de indicios o pruebas a tiempo. Hasta 21 días después, también, las autoridades llevaron un binomio canino (perro y responsable) para detectar el olor de la niña. Pero, 21 días después, en un día con lluvia y viento, por supuesto que no se obtuvo ningún indicio. 

PRIMER AÑO. Así, sin ninguna investigación, pasó el primer año desde el rapto. Entonces, los familiares de Karla se reunieron con la secretaria de Gobierno de Tlaxcala. En aquel entonces, las autoridades pidieron “paciencia” para conocer el caso. 

Olga quiso creer que harían algo. Pero no fue así. Hasta ahora no ha recibido ninguna noticia. 

“Pero mire, las consecuencias las está pagando mi nena. Hoy en día, el ver su cama vacía, créame que duele demasiado”. Cuando se llevan a un hija, “la vida se descompone por completo”. 

Y a pesar de la ineficiencia o corrupción de las autoridades, hay quienes lucran con el caso. “Fíjese que algunas personas, por ejemplo la diputada (local) Dulce Mastrán, dice que nos han apoyado. Pero no es cierto, nadie nos ha apoyado, más que la organización Retoño y la abogada Miriam Pascual”.

Olga Tezmol pide que le ayuden a seguir difundiendo. “A visibilizar lo que está pasando; éstos no son casos aislados; el gobierno quiere decir que esto no pasa en Tlaxcala, pero es mentira. Y nosotros seguimos buscando a mi nena”.

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