Busca a mamá por su cuenta

La roja 06/03/2018 05:18 Lydiette Carrión Actualizada 05:20
 

Jacqueline Galicia Galicia desapareció el 23 de septiembre de 2016 en Amecameca. Ahora, su hijo de 15 años sigue buscándola.

La mañana del 23 de septiembre de 2016, Jacqueline, de entonces 34 años, despertó a sus hijos, los preparó para la escuela y al cuarto para las 7 de la mañana llevó a los dos mayores, Carlos, de entonces 14 años, y a su hermana, un año menor, a la secundaria. Regresó a casa y preparó a los dos pequeños para que su cuñada los llevara a la primaria. Después se cambió: se puso ropa deportiva negra, tomó su bicicleta y salió de casa con rumbo a alguna de las rutas de montaña que hacía para entrenar.

Antes de desaparecer, la historia de Jacqueline es la de una mujer que logró  rebasar sus propios límites y transformar su vida de forma radical. En 2013, la joven pesaba alrededor de 100 kilos. Un día dijo: “Hasta aquí”, y comenzó a entrenar: correr y andar en bicicleta. No sólo perdió el sobrepeso que tenía y cambió su figura; su estilo de vida dio un giro de 180 grados: el deporte se volvió el eje central, y contagió también a sus hijos. También descubrió que tenía verdadero talento deportivo: ganó algunas competencias  y empezó a recibir patrocinio de marcas deportivas.

Así, Jacqueline “La China” –como la llaman sus amigos– se volvió inspiración para muchos. El ejemplo vivo de que sí se puede cambiar. Y ella iba por más: planeaba entrar a trabajar a la Policía Federal. Ya no quería dedicarse únicamente al hogar, quería ser independiente económicamente y obtener más libertad.

Pero el 23 de septiembre de 2016, desapareció. Víctor, su esposo y padre de los dos hijos más pequeños, no trabajó aquel día. Él narró que la vio salir de casa a eso de las 8 de la mañana. Que después intentó marcarle alrededor de las 11, pero el celular ya se encontraba apagado. Víctor y primos de Jacqueline salieron a buscarla a las rutas que solía hacer en bicicleta.

Mientras tanto, a los hijos los llevaron a casa de la abuela materna y allí permanecieron hasta la noche, sin saber nada. Carlos, el mayor, comenzó a preocuparse porque no podía comunicarse con Jacqueline. Era inusual no recibir ni siquiera un mensaje de Whattsapp. Entonces le marcó a Víctor. Fue cuando los niños supieron que su mamá no aparecía.

En las primeras semanas, la policía realizó cateos en la casa, llevaron perros, buscaron indicios. Nada. Luego sacaron la sábana de llamadas de su teléfono. Tampoco nada. Buscaron en las rutas de ciclismo, en los barrancos, en todas partes. No se ha localizado ni la bicicleta.

EVITAN QUE SE PREOCUPE. Al principio, a Carlos, el hijo de 14 años, le quitaron su celular y computadora para que no leyera las notas que salían sobre la desaparición de su mamá, para que no se preocupara más de lo que ya estaba.

Para cuando pasó un mes, Carlos decidió que no se podía quedar de brazos cruzados y emprendió su propia búsqueda: contactó a organizaciones de familiares de desaparecidos, promovió el caso en redes sociales. En la actualidad, con 15 años (casi 16), es la persona que sostiene la búsqueda de Jacqueline. Participa en varias organizaciones y está trabajando para fundar la propia. Quiere estudiar Criminalística, Derecho y combatir el crimen. Pero lo que más quiere es encontrar a su mamá. 

Cada que puede, Carlos busca que más personas vean la cara de su mamá, ¿la has visto? Edad actual 35 años, estatura 1.65 mts aproximadamente, complexión delgada, tez clara, cabello rizado oscuro, usa braquets.

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